En el marco de la mitología hinduista, Márichi era el hijo del dios Brahmá, el creador del mundo, y también uno de los Saptarshi (los Siete Sabios), en el primer manu-antara.[1]
Antes de comenzar la creación del mundo, el dios Brahmá necesitaba algunas personas que se hicieran cargo de las subcreaciones. Por eso creó diez prayápatis (líderes de la gente) a partir de su mente y otros 9 a partir de su cuerpo. Márichi es uno de los manasa-putras (hijos de la mente) de Brahmá.
Márichi luego se casó con Kala y dio a luz a Kásiapa (quien a veces también es reconocido como un prayápati (progenitor de pueblos), debido a que heredó la fertilidad de su padre para procrear miles de hijos).
En el Majábharata (siglo III a. C.), el dios Krisná dice:
Krisná en el Bhagavad-guitá (libro que forma parte del Majábharata.
Los rishi son videntes que saben, y por su conocimiento son los autores de los shastras [escrituras sagradas hinduistas] y «ven» todos los mantras.La palabra viene de la raíz rishati-prapnoti sarvang mantrang gñanena pashiati sangsara parangua, etc. Los saptarshi [‘siete grandes sabios’] del primer manuantara son Márichi, Atri, Anguiras, Pulaja, Kratu, Pulastia y Vásista. En otros manvantaras hubo otros saptarshis. En el manvantara actual los siete son Kashiapa, Atri, Vásista, Visuá-Mitra, Gótama, Yamád-Agni, Bharad-Vasha. Los Vedas se les revelaron a los rishis. Viasa le enseñó este Rig-veda revelado a su discípulo Paila, el Iayur-veda a Vaisham-Páiana, el Sama-veda a Yaimini, el Átharva-veda a Samantu, y los Itijasa [historias como el Majábharata y el Ramaiana] y los Puranas a Suta. Los tres clases principales de rishis son los brahmarsi (que nacieron de la mente de Brahmá, los devarsis de menor rango, y los rayarsis (reyes que se convirtieron en rishis por su conocimiento y austeridades, Yanaka, Ritaparna, etc.). Los srutarsis (como Susruta) son los creadores de sastras.
Los kandarsi (como Yaimini) son los creadores del karma-kanda [la lectura más materialista de los Vedas]Habitantes de los mundos, texto del Majá-nirvana-tantra, traducido al inglés por Arthur Avalon (sir John Woodroffe), 1913.