Además de determinar el significado de las señales de tráfico, los semáforos y otros tipos de señalización vial (marcas viales en el pavimento, actuación de los agentes de tráfico, etc.), marcan los principios generales y particulares por los que se establece la circulación (como la prioridad de paso, el alumbrado, el pasaje, la carga, las dimensiones, u otras condiciones en que cada tipo de vehículo puede o no circular por cada tipo de vía, etc.).
Más allá de las normas jurídicas, los conductores y los demás usuarios de las vías públicas mantienen (o en su caso, vulneran) en su relación con los demás ciertos usos y costumbres implícitos que pueden denominarse etiqueta de conducción.[3]
Calle de Pompeya con pasos de peatones. La Lex Iulia Municipalis incluía una norma de tráfico: la prohibición a los carruajes de circular "desde el alba hasta la décima hora", marcando incluso las excepciones a la norma. Entre los curatores existían los quattuorviri viarum y los curatores viarum[4]
Un antiguo cartel que establecía normas de circulación en una calle estrecha de la ciudad de Lisboa: "Año de 1686. Su Majestad ordena que los coches, carruajes y literas que entren por la Puerta del Salvador retrocedan para la misma parte." Es equivalente a una prioridad de paso o un "antes de entrar, dejen salir".
Policía de Bombay dirigiendo el tráfico en 1945, en los últimos años de la colonización británica.