La Nueva ola rumana (en rumano: Noul val românesc) es una corriente cinematográfica que surgió en Rumania hacia 2004, cuando el corto Trafic, dirigido por Cătălin Mitulescu, ganó la Palma de Oro al mejor cortometraje.[1] Desde entonces, ese término general engloba una nueva era en el cine rumano en la que han aparecido numerosas películas de calidad reconocida a nivel internacional.
Un gran número de películas que forman parte de la nueva ola rumana se fijan en el período de finales de 1980, hacia el final del régimen totalitario de Nicolae Ceauşescu, y exploran los temas de la libertad y la capacidad de resistencia que contaba la dictadura. Sin embargo, películas como La muerte del señor Lăzărescu, California Dreamin' y Martes, después de Navidad se establecen en actualidad y profundizan en las formas en que la transición del socialismo al libre mercado y la democracia han dado forma a la sociedad rumana después de 1989.
Estéticamente, las películas de la Nueva ola rumana están unidos por un estilo austero, realista y, a menudo, minimalista. Por otra parte, el humor negro tiende a ocupar un lugar destacado.
Entre los cineastas más conocidos destacan:
La siguiente es una lista de las películas más representativas de esta corriente: