Osteocondrosis | ||
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Vista microscópica de osteocondritis disecante en una Danish sow (barra = 200 μm) | ||
Especialidad |
reumatología ortopedia | |
eMedicine | emerg/ | |
Las osteocondrosis son una familia de enfermedades ortopédicas que se producen en niños. La padecen también animales que crecen con rapidez, en especial cerdos, pollos, caballos y perros de razas grandes.
Se caracterizan por la interrupción del aporte sanguíneo al hueso, o bien una deficiencia en este aporte con respecto a las exigencias del hueso en rápido crecimiento.[1] Esto se produce en particular en algunas epífisis óseas, lo que viene seguido por necrosis ósea y posteriormente por una curación por medio de un nuevo crecimiento óseo,[2] pero que debido a la forma anómala como se ha producido da lugar a deformidades secuelares y otros problemas. Las consecuencias no son especialmente graves si el trastorno se produce en apófisis extraarticulares,[1] pero cuando afecta a hueso que está en el interior de una articulación la deformidad que quede la convierte en una articulación incongruente, y esto puede provocar una incapacidad grave, además de una muy posible aparición temprana de artrosis.[3]
A pesar de que en la práctica clínica se emplea muy extendidamente para referirse a las osteocondrosis el término osteocondritis, desde el punto de vista académico conviene entender por estas últimas únicamente a las reconocidas como osteocondritis disecantes. Las osteocondritis disecantes comparten el mecanismo causal de las osteocondrosis, (el problema de aporte vascular durante el crecimiento), pero son peculiares, en cuanto a su comportamiento clínico, ya que su consecuencia más frecuente es que la zona de hueso enfermo tiende a separarse del resto de la epífisis y desprenderse, dando lugar a cuerpos libres intraarticulares, (también conocidos como ratones articulares) que dan lugar a bloqueos articulares y problemas mecánicos varios.
Por otro lado, también se tienden a encuadrar en el término osteocondrosis las epifisitis y las apofisitis por tracción. Sin embargo estas últimas suelen ser extraarticulares, (con lo cual no provocan problemas de congruencia articular), y en su etiología o causa, el componente de déficit vascular juega un papel menor, siendo más importante el componente traumático.[1]