Pablo Miki | |||
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Representación de san Pablo Miki | |||
Información personal | |||
Nombre de nacimiento | パウロ三木 (Pauro) | ||
Nombre en japonés | Paulo | ||
Nacimiento |
1556,[1][2][3]/1562[4] Kioto, Shogunato Ashikaga | ||
Fallecimiento |
5 de febrero de 1597 Nagasaki, Japón | ||
Causa de muerte | Pena de muerte | ||
Nacionalidad | Japonesa | ||
Religión | Iglesia católica | ||
Información profesional | |||
Ocupación | Misionero y presbítero católico de rito latino | ||
Información religiosa | |||
Beatificación | 14 de septiembre de 1627 por el papa Urbano VIII | ||
Canonización | 8 de junio de 1862 por el papa Pío IX | ||
Festividad | 6 de febrero | ||
Atributos | Religioso crucificado, hombre asiático, con la palma del martirio y un crucifijo | ||
Venerado en | Iglesia católica | ||
Orden religiosa | Compañía de Jesús | ||
reconocimientos
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Pablo Miki (en japonés パウロ三木). (Kioto, 1556 o 1562 - Nagasaki, 5 de febrero de 1597) fue un religioso japonés, venerado como santo mártir de la Iglesia católica. Es conmemorado el 6 de febrero.
Pablo Miki nació en el seno de una familia rica. Fue bautizado a los cinco años con el nombre de Pauro (‘Paulo’).[2] Fue educado por los jesuitas en Azuchi y Takatsuki. Entró en la Compañía de Jesús y predicó el evangelio entre sus conciudadanos. El poder japonés temió la influencia de los jesuitas y los persiguió. Paulo Miki fue apresado junto con otros compañeros cristianos, conocidos como los 26 mártires de Japón; dos de ellos eran también jesuitas, el erudito Juan de Soan de Gotó y Diego Kisai, y los 23 franciscanos, entre los que se encontraba el novohispano Felipe de Jesús y el orensano Francisco Blanco. Para servir de escarmiento a la población, fueron forzados a caminar casi 1000 kilómetros, desde Kioto hasta Nagasaki, por ser la ciudad más evangelizada de Japón, y allí fueron crucificados el 5 de febrero de 1597. Paulo predicó desde la cruz su último sermón y se afirma que perdonó a sus verdugos, diciendo: «Yo declaro que perdono al jefe de la nación que dio la orden de crucificarnos, y a todos los que han contribuido a nuestro martirio». Todos los mártires fueron canonizados por el papa Pío IX en 1862 junto con el religioso Miguel de los Santos.
San Felipe fue el primero de los 26 cristianos: jesuitas, franciscanos y laicos -japoneses y extranjeros- martirizados en Nagasaki, Japón, el 5 de febrero de 1597. Es también el primer Santo mexicano de la iglesia Católica. El Papa Urbano VIII lo beatificó, junto con sus compañeros, en 1627, y fue canonizado en 1862.