Pancreatitis aguda | ||
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Imagen fija de animación médica en 3D de pancreatitis aguda | ||
Especialidad | gastroenterología | |
La pancreatitis aguda (PA) es un proceso inflamatorio agudo del páncreas, desencadenado por la activación inapropiada de las enzimas pancreáticas, con lesión tisular y respuesta inflamatoria local, y respuesta inflamatoria y compromiso variable de otros tejidos o sistemas orgánicos distantes. [1]
En la PA (Pancreatitis Aguda) se produce una inflamación del páncreas secundaria a la activación intraglandular de las enzimas pancreáticas. Se producen alteraciones de la microcirculación: Vasoconstricción, estasis capilar, disminución de la saturación de oxígeno e isquemia progresiva. Estas anomalías aumentan la permeabilidad vascular y producen edematización de la glándula, y además puede producir extravasación de fluido intravascular rico en proteínas al peritoneo. En la PA el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS) es frecuente, y probablemente sea mediado por las enzimas pancreáticas y citocinas activadas y liberadas a la circulación desde el páncreas inflamado. Algunos pacientes con daño pancreático grave desarrollan complicaciones sistémicas graves, entre ellas fiebre, síndrome de distress respiratorio agudo (SDRA), derrames pleurales, insuficiencia renal, shock, depresión del miocardio y complicaciones metabólicas (hipocalcemia, hiperlipidemia, hiperglucemia, hipoglucemia). En el curso de una PA, probablemente por isquemia intestinal, se puede romper la barrera intestinal y permitir la translocación bacteriana desde el intestino, lo que puede provocar una infección local y sistémica.[4]
En general, hay que hacer un diagnóstico diferencial con aquellas enfermedades que causen un abdomen agudo[5]
El pronóstico, del que dependerá la actitud terapéutica, se valora con varias escalas clínicas. Los criterios de Ranson, publicados a finales de los años 70, que se cuantifican en el momento del ingreso y a las 48 horas, supusieron el primer intento de predecir de forma precoz la evolución de la enfermedad. Actualmente hay muchos sistemas pronósticos en uso (APACHE-II, BISAP, Glasgow...). Todos ellos tienen alto valor predictivo negativo (predicen muy bien que la enfermedad será leve) pero bajo valor predictivo positivo (son poco precisos en predecir mala evolución) .[6]
En el momento del ingreso | A las 48 horas |
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Dependerá de la gravedad del cuadro (más o menos de 3 criterios de Ranson). En los casos leves se llevarán a cabo medidas de soporte (fundamentalmente control del dolor con meperidina, y dieta absoluta). En el caso de que sea grave, además de las medidas citadas, se colocará una sonda naso-yeyunal y se valorarán las siguientes medidas:[5]
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incorrecto (ayuda). Archivado desde el original el 13 de diciembre de 2016.
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incorrecto (ayuda). Archivado desde el original el 13 de diciembre de 2016. Consultado el 25 de noviembre de 2016.