Parachondrostoma arrigonis | ||
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Estado de conservación | ||
En peligro crítico (UICN)[1] | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Chordata | |
Clase: | Actinopterygii | |
Orden: | Cypriniformes | |
Familia: | Cyprinidae | |
Género: | Chondrostoma | |
Especie: |
P. arrigonis (Steindachner, 1866) | |
Distribución | ||
P. arrigonis es endémica de la cuenca del Júcar (península ibérica). | ||
Sinonimia | ||
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Parachondrostoma arrigonis,[3] conocido habitualmente como loina, madrilla del Júcar o luina (en la provincia de Cuenca), es un pez de agua dulce perteneciente a la clase Actinopterygii y a la familia Cyprinidae. Es endémico de la cuenca del río Júcar.[4][5]
Se la consideraba una subespecie de Parachondrostoma toxostoma, pero en 1997 fue considerada como especie.
Su cuerpo es alargado y plateado, no sobrepasando habitualmente los 30 cm de longitud, con un pedúnculo caudal largo y estrecho, aletas largas (la dorsal tiene 8 radios y la anal entre 8 y 10), entre 44 y 53 escamas grandes y de 16 a 23 branquiespinas. Su peso máximo está en torno a los 300 gramos y su límite de edad ronda los ocho años.
Su cabeza es pequeña y la boca se encuentra situada en posición ínfera, con un labio inferior grueso y dientes faríngeos en número 6-5 y ocasionalmente 5-5. Su lámina córnea labial tiene forma arqueada, a diferencia de la boga de río (Pseudochondrostoma polylepis), que la tiene recta. Carece de las barbillas que sí tienen otros ciprínidos como el barbo, la tenca, la carpa y el gobio, que comparten hábitat con la loina.
Es un pez omnívoro que se alimenta, principalmente, de algas y pequeños invertebrados que captura tanto bajo el agua como sobre la superficie de esta, con similitud a la trucha.
La freza de la loina suele darse entre los meses de marzo y mayo. La loina suele remontar los cursos fluviales que habita, buscando zonas someras de grava y cantos rodados con aguas bien oxigenadas en las que poner y fecundar sus huevos.
Su hábitat se encuentra en zonas de los tramos medios y bajos de los ríos con corrientes moderadas y aguas embalsadas. Es un pez gregario y forma cardúmenes que también incluyen gobios y bogas de río, principalmente.
En la actualidad, las poblaciones de esta especie están en franca recesión, como demuestra su calificación de "en peligro de extinción" en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas[6] y en el Catálogo Regional de la Comunidad Valenciana,[4] lo cual es debido principalmente a la excesiva contaminación de algunas aguas, a la construcción de presas y diques, a la extracción de áridos de los lechos de los ríos y, sobre todo, a la introducción de especies alóctonas que, o bien colonizan su hábitat (como sucede en el caso de la boga de río), desplazando a la loina por competencia, o predan sobre la puesta de huevos de esta, como es el caso del gobio (Gobio lozanoi) o la perca sol (Lepomis gibbosus), especies ambas consideradas como invasoras por parte de la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a través de su Orden de Vedas anual. Tanto en esta comunidad autónoma como en la Comunidad Valenciana, la pesca de la loina está prohibida.[7]