«Pedro Navaja» | |||||
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Canción de Willie Colón & Rubén Blades | |||||
Álbum | Siembra | ||||
Publicación | 1978 | ||||
Grabación | 1977-1978 | ||||
Género | Salsa | ||||
Duración | 7ː21 | ||||
Discográfica | Fania Records | ||||
Escritor(es) | Rubén Blades | ||||
Director de orquesta | Jerry Masucci | ||||
Productor(es) | Willie Colón | ||||
Idioma original | español | ||||
Canciones de Siembra
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«Pedro Navaja» es una canción de salsa compuesta por el músico panameño Rubén Blades e interpretada por él mismo junto con Willie Colón en 1978 y forma parte del álbum Siembra, el disco más vendido de la historia de la salsa. La canción trata sobre un hampón con ese apodo y fue inspirada en la canción de jazz popularizada en inglés en 1956 como Mack the Knife por Louis Armstrong, que a su vez es una adaptación de la canción alemana de 1928 Mackie Messer, de Bertolt Brecht y Kurt Weill.
Pedro Navaja narra los últimos momentos de este personaje y una prostituta en una calle del "viejo barrio". El tema fue grabado por el autor tras su insistencia ante los directivos del sello Fania Records que se negaban a grabarla por considerarla muy larga. El arreglo musical estuvo a cargo del trompetista puertorriqueño Luis "Perico" Ortiz, producida por Willie Colón y grabada en La Tierra Sound Studios en la ciudad de Nueva York.
La letra de la canción esboza una descripción del hampón Pedro Barrios que deambula en las calles del Lower East Side de Nueva York que un día se encuentra con Josefina Wilson, trabajadora sexual que se independizó de Pedro, quien intenta darle muerte para vengarse por su alejamiento. En la narración se detalla la vestimenta y el andar de Pedro y la suerte de Josefina de no encontrar clientes; también se hace mención al vehículo policial que circula discretamente por la calle.
Al consumar el asesinato, Pedro recibe un disparo del revólver que tenía Josefina y ambos caen tendidos en la acera en el cruce de las calles A y B (en vivo Blades señala que los cuerpos están en las inmediaciones de un barrio del Bajo Manhattan). Un borracho recoge los objetos de valor de ambos occisos y se retira cantando el coro de la canción.[1]
Una característica de esta versión es que cambia de tonalidad de forma progresiva, aumentando por semitonos (o segundas menores) según avanza la narración. Así, en las tres primeras estrofas (presentación de los personajes) la tonalidad es de Do mayor; las dos siguientes aumenta a Do# mayor; luego vienen otras dos en Re mayor (estrofas previas al encuentro); una estrofa en Re# mayor (cuando Pedro Navaja le clava el puñal a Josefina y ésta consigue disparar); y el final de la canción (desenlace y mensaje) es interpretado en Mi mayor. Esta estructura contribuye a aumentar la tensión de forma progresiva hasta el desenlace final.
En 1984, la canción sirvió como base para la película del mismo nombre y tuvo una secuela El Hijo de Pedro Navaja en 1986. Sin embargo, Blades, inconforme con la realización de la película sin ningún consentimiento previo de parte suya, graba en 1985 la continuación de "Pedro Navaja", titulada "Sorpresas" (incluida en el álbum Escenas). En ella le da un giro completo a la historia, sugiriendo que casi diez años después Pedro Navaja sigue vivo y haciendo de las suyas.
Un año después de la película, Blades compuso "Sorpresas", que es la segunda parte de la canción. En esta versión se menciona que Pedro no murió y que Josefina era un travesti que se hacía pasar por mujer para "tumbarse" a alguien. Esta segunda parte le da un giro completo a la historia y nuevamente se llega a la conclusión que "la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida".
Si bien Héctor Lavoe señala que Juanito Alimaña estuvo en el funeral de Navaja, Blades indica claramente en "Sorpresas" que Navaja no murió y que mató de una puñalada a un ladrón de nombre Alberto Aguacate, alias "el Salao". Este ladrón aparece en escena porque le exige al borracho (quien también tiene una canción titulada "What Happened" del álbum The Last Fight de 1980, donde se revela que su nombre era José) que le explicara la procedencia de la pistola, el puñal y el dinero que tenía entre sus pertenencias, objetos que se mencionan en la primera canción. Al escuchar la historia, "el Salao" supo también el lugar donde estaban los cuerpos y se dirigió hasta allí para ver de quién se trataba. Mientras el Salao veía y registraba a los muertos, Navaja reaccionó y le propinó una herida que acabó con su vida. Mientras el Salao yacía en el suelo, herido de muerte, Pedro decidió esconder su identificación en el bolsillo del ladrón muerto para que lo confundan y lo dieran por fallecido. Sin embargo, al final de Sorpresas, Blades confirma que una identificación dactilográfica prueba que el cuerpo encontrado no es el de Pedro Navaja, sino el de Alberto Aguacate alias "El Salao".
En la novela "Travesuras de la niña mala" (2006), de Mario Vargas Llosa, se menciona el título de la canción en el capítulo VI. Arquímedes, constructor de rompeolas.