En los finales de peón y rey contra rey tenemos dos casos diferentes:
En el caso del rey fuerte no defienda al peón la posición se resuelve según la regla del cuadrado.
En el ejemplo del diagrama 1 juegan blancas, pero como el rey está dentro del cuadrado alcanza al peón, por mucho que corra.
En el ejemplo del diagrama 2 juegan blancas, pero como el rey está fuera del cuadrado el peón corona y gana la partida.
Cuando el rey puede proteger a su peón las cosas cambian. Para poder ganar este final el rey debe de estar delante de su peón —en su misma columna— y además debe de tener la oposición. El objetivo es controlar la casilla de coronación con el rey. Si la controla el bando fuerte se corona, pero si la controla el bando débil la partida termina en tablas. Todo el truco está en controlar las tres casillas críticas.
Cuando los reyes están en oposición gana, o hace tablas el rey que ha conseguido al oposición. Si en la posición del diagrama 3 le toca jugar al negro el blanco puede hacer tablas, pero si le toca jugar al blanco este está en zugzwang y pierde la partida, por ejemplo así:
Cuando tratamos de apoyar con nuestro rey un peón que va a coronar debemos controlar con nuestro rey una de las tres casillas críticas que hay delante del peón. Estas casillas están dos filas delante del peón si no ha sobrepasado la mitad del tablero (diagrama 4: flanco de dama) y una fila delante del peón si ha sobrepasado la mitad del tablero (diagrama 4: flanco de rey).
En la posición del diagrama 5.
El rey negro hace una jugada de espera para que en número de casillas entre los dos reyes sea impar.
El rey blanco debe de estar delante de su peón, en su misma columna, cuando obtenga la oposición.
Parece que el rey negro ha conseguido la oposición, pero el blanco tiene una jugada de «reserva»...
... y ahora le toca jugar al negro, es el blanco quien ha conseguido la oposición y el negro se encuentra en zugzwang.
Ahora el blanco debe de romper la oposición para permitir el avance de su peón. Debe de colocarse en la columna contraria a la que haya ido el rey débil y avanzando una fila.
Ojo, cuando el rey negro vuelve a la columna en la que está el peón, el rey fuerte debe de volver también a esa misma columna teniendo la oposición, para poder ir al lado contrario de donde vaya el rey débil (diagrama 6).
Estos finales de peón y rey contra rey se ganan siempre excepto cuando el peón que ha de coronar es el peón de torre.
En el caso del peón de torre la partida es tablas, ya que sólo hay un lado al que ir después de obtener la oposición, y así por ejemplo en la posición del diagrama 7 tras:
Corolario: la única oportunidad que tiene el bando débil de no perder la partida cuando está sólo y al adversario le queda el rey y el peón de torre, es ir lo antes posible al rincón de coronación; antes de que el rey fuerte se lo impida con alguna jugada.
Bibliográficas: