La piedra de afilar (antiguamente también llamada piedra de agua o piedra de asentar) es un instrumento empleado en la mejora y mantenimiento de los filos de los cuchillos y otros utensilios de corte, como las tijeras, los cinceles y formones.
Se suelen comercializar con diferentes tamaños dependiendo de su uso específico; generalmente las portátiles son de forma ovalada. Se encuentran con diferentes grados, dependiendo del grano de la piedra. Por regla general un grano fino corresponde con una piedra de afilar densa y al afilar elimina menos material del filo, lo que permite hacer ajustes finos, mientras que un grano mayor corresponde a una piedra más porosa y elimina más material del filo. El grado de las piedras de afilar se expresa en números, que indican la densidad de grano de la piedra.
Según el material del que están hechas se tienen piedras de material sintético, o las piedras de agua naturales.
Las piedras japonesas son muy reputadas[cita requerida] y tienen una larga tradición debido a la existencia de minas naturales que las proporcionan, son de grano fino y generalmente emplean agua (en aceite se estropean). Las más afamadas provienen del norte de Japón en el distrito de Narutaki. Las variantes disponibles en el mercado son el ara-to o "piedra ruda", el naka-to o "piedra media" y el shiage-to o "piedra de acabado". Usualmente y para mejorar la calidad del filo se usan conjuntamente con la piedra nagura que humedecida se frota sobre la superficie de la piedra propiamente dicha generando una pasta que contribuye a mejorar la lubricación de la acción. Las piedras de afilar japonesas son por otro lado un tipo de gres natural a veces de granos finísimos que posibilitan un mejor acabado.