La pintura difamatoria ("pittura infamante" [pitˈtuːra iɱfaˈmante] en italiano; en plural pitture infamanti) es un género de pintura y relieve de carácter difamatorio, común en las ciudades estado del centro y norte de la península itálica durante el Renacimiento italiano.[1]
Entre los sujetos frecuentemente representados en la pittura infamante se hallan traidores, ladrones y aquellos culpables de una quiebra o un fraude público, a menudo en casos en los cuales no era posible ningún remedio legal. Comisionadas por los gobiernos de las ciudades estado y mostradas en centros públicos, eran una forma de "justicia municipal" (o "arte forense"[2]) y un medio para luchas políticas internas.[3]
Según el académico Edgerton, el género empezó a declinar precisamente cuando fue considerado como una forma de arte en vez de un tipo de efigie, pues su poder radicaba en la vergüenza que provocaba a la persona representada, en una sociedad que se regía por un código de honor de origen feudal.[1] Como tal, la pittura infamante tenía su raíces en las doctrinas de fama e infamia del antiguo Derecho romano.[4]
Rodolfo II de Varano, que desertó del ejército pontificio durante la Guerra de los Ocho Santos, fue representado en una horca atada al cuello de un demonio.