Por no mencionar al perro | |||||
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de Connie Willis | |||||
Género | Novela | ||||
Subgénero | Ciencia ficción | ||||
Idioma | Inglés | ||||
Ciudad | Estados Unidos | ||||
País | Estados Unidos | ||||
Fecha de publicación | Enero de 1998 | ||||
Premios |
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Historiadores de Oxford | |||||
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Por no mencionar al perro o Cómo encontramos por fin el tocón del pájaro del obispo es una novela cómica de ciencia ficción escrita por Connie Willis. Utiliza el mismo concepto que incluye historiadores que viajan por el tiempo que ya utilizó en su relato Brigada de incendios (1982) y en las novelas El libro del día del Juicio Final (1992) y El apagón/Cese de alerta (2010).
Por no mencionar el perro ganó tanto el premio Hugo como el Locus en 1999, y estuvo nominada para los Premios Nebula en 1998.[1][2]
El título del libro está inspirado en el subtítulo de una obra clásica de 1889, como explica la autora en la dedicatoria: "A Robert A. Heinlein, quién, en Consigue un traje espacial: viajarás, me dio a conocer la obra de Jerome K. Jerome Tres hombres en un bote (por no mencionar al perro)."
Ned Henry es un viajero del tiempo que ha llegado a 1940 para estudiar la Catedral de Coventry después del Bombardeo de Coventry en la Segunda Guerra Mundial. Más concretamente está buscando la ubicación del "tocón del pájaro del obispo", un Macguffin que nunca llega a ser definido por el narrador. El protagonista muestra confusión, que se explicaría como "time-lag", una forma de jet lag inducida por los viajes en el tiempo. Regresa sin éxito en su tarea a su tiempo original, 2057, en la Universidad de Oxford.
El tocón del pájaro del obispo se necesita para la restauración de la catedral, financiada por Lady Schrapnell, una rica neo-aristócrata americana con una voluntad de hierro. Ha reclutado a la mayor parte del departamento de historia de Oxford para reconstruir la catedral exactamente igual que antes de que fuera destruida. Antes de seguir viajando en el tiempo Ned necesita recuperarse de su "time-lag" y es enviado al hospital. Aun así, Lady Schrapnell insiste en que vuelva a viajar. Antes de que pueda ser reclutado de nuevo por Schrapnell, el profesor Dunworthy (que está al cargo de la máquina de tiempo) decide mandarle a la Época victoriana, concretamente a 1888, para que descanse.
Dunworthy tiene otro motivo para enviarle a 1888, ya que otro viajero del tiempo parece haber violado las leyes del continuo espacio-tiempo llevando un objeto del pasado hasta 2057. Teóricamente, nada puede ser transportado usando la máquina de tiempo en cualquier dirección ya que esto podría causar que el tiempo se desenredara, por lo que se han establecido salvaguardas para evitar que cualquier objeto significativo pueda realizar el viaje. Los historiadores y científicos que inventaron la máquina del tiempo creen que el aún desconocido objeto podría desgarrar el tiempo si no es devuelto a su época con prontitud.
Ned, que está especializado únicamente en historia del siglo XX y todavía sufre de "time-lag", recibe un curso magistral sobre la época victoriana al mismo tiempo que le explican su misión y destino. Esta combinación de lecciones confusas con instrucciones imprecisas y el nuevo salto a 1888, que empeora el "time lag", le dejan totalmente confundido sobre dónde se supone que está, con quién tiene que encontrarse, dónde tiene que ir, y sin la más remota idea sobre el objeto "fuera del tiempo" que debe llevar de vuelta.
El viaje en el tiempo tiene un mecanismo de autocorrección denominado deslizamiento, que hace que los viajeros del tiempo se puedan desplazar ligeramente respecto su destino, ya sea en el tiempo o en el espacio, con el objetivo de proteger la historia. Ned llega al instante en el tiempo correcto, pero, aunque él no lo sabe, no llega al lugar donde tendría que encontrarse con otro viajero del tiempo. En cambio, se ha deslizado en el espacio hasta una estación de ferrocarril a 30 millas de su destino. Allí conoce a Terence St. Trewes, un joven estudiante de Oxford algo atontado, al que confunde con su contacto viajero del tiempo. Acuerda con él compartir el coste del alquiler de una barca para viajar por el río Támesis desde Oxford hasta Muchings End, donde Terence espera encontrarse con su amada, Tocelyn "Tossie" Mering. Ned, Terence, el bulldog Cyril y el profesor Peddick (un profesor universitario de Oxford) viajan río abajo por el Támesis a través de esclusas, bellos parajes y multitudes de lánguidos navegantes sin prisa por llegar a ningún sitio, encontrándose en su camino con el grupo de Jerome K. Jerome, un homenaje a la novela original a la cual debe su título y temática Por no mencionar al perro.
Afortunadamente, el contacto de Ned en Muchings End le reconoce en cuanto llega y se identifica: es una joven llamada Verity Kindle, que finge ser la prima de Tossie. Lady Schrapnell ha enviado a Verity a leer el diario de Tossie porque es una antepasada de Lady Schrapnell que había escrito sobre un acontecimiento que le cambió la vida, y que implicaba al tocón del pájaro en la primera catedral de Coventry (la catedral de San Miguel), un acontecimiento que la habría hecho fugarse con un misterioso "Señor C." a América. Es solo en este momento cuando Ned averigua la naturaleza del objeto que debe devolver a su tiempo: la mascota de Tossie, la gata Princesa Arjumand (los gatos son una especie extinta en 2057 debido a una pandemia de moquillo felino).
Ned y Verity intentan una y otra vez arreglar la incongruencia temporal. Deben conocer las historias de las personas que tienen a su alrededor, el impacto de sus descendientes en la historia futura, y también el misterio del Señor C. Sus intentos entrelazados para arreglar la historia conocida de las personas que los rodean causan efectos de onda hacia adelante y atrás a través de la historia, desde Waterloo hasta la Segunda Guerra Mundial, e incluso llegan a 2018 (momento en que se inventó el viaje en el tiempo). Después de diversas aventuras intentando corregir estos hechos por sus propios medios, ambos terminan, por error, en eras diferentes mientras intentan volver a 2057. En su ausencia, el propio tiempo corrige su intromisión. Tras su regreso a 1888, el Sr. C ha sido identificado, se han interrumpido relaciones entre algunos personajes, y las pistas acumuladas gracias a sus averiguaciones revelan la ubicación del tocón del pájaro del obispo en 2057.
Finalmente, en 2057, justo a tiempo para la celebración de la reconstrucción de la catedral, la localización del tocón del pájaro del obispo demuestra a los historiadores y científicos que, en ciertos escenarios, los objetos pueden llevarse hacia adelante en el tiempo, lo que anuncia un renacimiento en la recuperación de objetos históricamente perdidos, destruidos o extintos.
Predecesor | Premios de Por no mencionar al perro | Sucesor |
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Paz interminable de Joe Haldeman | Premio Hugo a la mejor novela (1999) | Un abismo en el cielo de Vernor Vinge |
El ascenso de Endymion de Dan Simmons | Premio Locus a la mejor novela de ciencia ficción (1999) | Criptonomicón de Neal Stephenson |