Un prisma de acreción, complejo de subducción[1] o cuña de acreción es una gran acumulación de sedimentos deformados que se acumulan en forma de cuña en una zona de subducción en un borde convergente de placas tectónicas.[2] En esta zona los sedimentos son arrancados de la corteza oceánica en subducción y acrecionados al bloque de corteza continental o mixta.[2][3] Los sedimentos apilados se acomodan en cabalgamientos que frecuentemente abarcan láminas y fragmentos de corteza oceánica.[1] En el límite exterior (hacia la placa subducida) de una cuña de acreción se encuentra una fosa oceánica.[1] Los cabalgamientos más antiguos suelen, en prismas de acreción maduros, formar una cresta llamada umbral externo o rotura de pendiente de fosa que puede emerger del nivel del mar dando origen a una seguidilla de islas paralelas a la costa.[1] Partes de un prisma de acreción pueden estar formadas por mélanges.[1]
Los prismas de accreción tienen plegamientos tumbados en la zona de alta deformación en su parte más próxima a la fosa.[4]
Al deformarse los sedimentos que se van accrecionando a la cuña las presiones de los fluidos en los sedimentos sube y son finalmente expulsados.[5] Estos fluidos precipitan o disuelven minerales y causan anomalías tanto de temperatura como químicas.[5] Estos fluidos provienen de la reducción de porosidad de los sedimentos y también, en menor medida de la deshidratación de minerales y materia orgánica.[5] Los fluidos acuosos expulsados tienen menor salinidad que el agua de mar.[5]