Un problema de salud es todo aquello que requiere, o puede requerir, una acción por parte del agente de salud.[1]
El paciente expone su motivo o razón de consulta, pero es el médico quien determina si hay un problema de salud y lo diagnostica. Los problemas de salud deben ser registrados con el mayor nivel de especificidad posible en el momento del encuentro médico-paciente. Los problemas de salud atendidos pueden codificarse como: diagnósticos, signos o síntomas, temor a enfermedades, incapacidad (física o mental) o necesidades de cuidado.[2]
Nuevo: la primera presentación de un problema, incluyendo la primera presentación de una recurrencia de un problema resuelto anteriormente, pero excluyendo la presentación de un primer problema evaluado por otro profesional de la salud.
Conocido: un problema previamente evaluado que requiere un cuidado permanente. Incluye el seguimiento de un problema, o una presentación inicial de un problema previamente evaluada por otro proveedor.[5]
↑Comité Internacional de Clasificación de la WONCA. Clasificación Internacional de la Atención Primaria segunda edición. CIAP - 2. Barcelona: Masson; 1999.
↑Gérvas J, Forés M. La morbilidad ambulatoria: estudio de los problemas de salud mediante la clasificación de la WONCA. Aten Primaria. 1987; 4(5):272-5.