La prostitución en Jordania es ilegal pero se practica de forma recurrente.[1][2] Las autoridades generalmente hacen la vista gorda hacia el tema.[3] La prostitución ocurre principalmente en las ciudades más grandes y alrededor de los campamentos de refugiados.[4] Esta se realiza en burdeles, restaurantes, clubes nocturnos y en las calles. Las prostitutas son principalmente de Rusia, Ucrania, Filipinas, Marruecos, Túnez, Siria, Irak y Palestina, y desde luego, por algunos jordanos.
En la capital, Amán, hay una zona roja en el barrio de Jubaiha (al-jubaiha:الجبيهة).[5] Una de las principales calles de Jubeiha ha sido comúnmente llamada "Calle Tallaini", que significa "calle recogeme". Los residentes locales han intentado detener la prostitución en el área.[6]
En 2007, en un intento de limitar el número de prostitutas en Jordania, el Ministerio del Interior anunció un plan de visa especial para mujeres de entre 17 y 40 años, que viajan solas desde Ucrania, Estonia, Rusia, Rumanía, Bulgaria, Moldavia, Túnez, Argelia, Marruecos, Bielorrusia, Uzbekistán y Armenia. Sin embargo, las protestas desde la industria turísticas dieron paso a que el plan fuese retirado.[7]
Jordania es conocida por su turismo sexual dentro de Oriente Medio.[8][9][10] Se han reportado casos de turismo sexual femenino con hombres beduinos en lugares turísticos del desierto de Jordania.[11]
También se ha reportado que se practica la prostitución en campo de refugiados sirios, incluyendo el gran campamento de refugiados de Zaatari.[12][13][14][15][16][17]
Jordania es fuente y destino para adultos y niños sometidos al tráfico sexual. Estas víctimas provienen principalmente de Asia del Sur y el Sudeste Asiático, África Oriental, Egipto, y Siria. Los refugiados sirios en Jordania continúan siendo una población muy vulnerable ante el tráfico. Se reportado casos de mujeres y niñas refugiadas sirias siendo vendidas a matrimonios forzados o ''temporales'' entre jordanos y hombres del Golfo Pérsico, con el fin de someterlas a relaciones sexuales forzadas. Por ejemplo, en 2016 el gobierno informó sobre un caso que involucraba 3 niñas sirias y una mujer siria que fueron forzadas por su padre a contraer matrimonios temporales—para el propósito de explotación sexual—con un hombre proveniente de Arabia Saudita. Las mujeres sirias, libanesas, norteafricanas, y europeas orientales son obligadas a prostituirse después de migrar hacia Jordania, para trabajar en restaurantes y clubes nocturnos; también se han forzado a algunas mujeres jordanas a prostituirse en clubes nocturnos. Según lo informado por una ONG en 2016, algunas mujeres egipcias han sido forzadas a prostituirse por sus propios esposos jordanos. También se ha reportado a trabajadoras domésticas provenientes desde Indonesia, las Filipinas, Bangladés, y Sri Lanka, se vieron forzadas a prostituirse después de huir de sus empleadores.[18]
La ley contra la trata de personas tipifica como delito todas las formas de tráfico sexual y laboral. Las condenas por tráfico sexual y trabajos forzados son un mínimo de 6 meses de cárcel y/o una multa que varía entre los 1 000 y 5 000 dinares jordanos ($1 410-$7 060 dólares).
La Oficina de Monitoreo y Combate al Tráfico de Personas del Departamento de Estado de los Estados Unidos clasificó a Jordania como un país de 'Nivel 2'.