Puente en ménsula o cantilever | ||
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(Cantilever bridge (en) - Pont à poutres en porte-à-faux (fr) ) | ||
El puente Pierre Pflimlin en construcción, un puente en ménsula equilibrado de hormigón | ||
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Antecedente | Puente viga y puente en celosía | |
Relacionado | Ninguno | |
Descendiente | Puente giratorio | |
Para paso de | Peatonales, automóviles, camiones, ferrocarriles ligeros y pesados | |
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Primer uso | Desde la antigüedad | |
Patentado | Heinrich Gerber (1866) | |
Ejemplos destacados |
Puente de Forth (1890) ( Patrimonio de la Humanidad (2015)) | |
Récord |
Puente de Quebec (548,64 m, 1971, CAN) | |
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Rango de luces | Medio | |
Material(es) | Hierro, acero estructural, hormigón pretensado | |
Móvil | No | |
Dificultad de diseño | Media | |
Estructuras auxiliares | Muy pocas o ninguna | |
Esquemas | ||
Un puente en ménsula o cantílever es un puente en el cual una o más vigas principales trabajan como ménsula o voladizo. Normalmente, las grandes estructuras se construyen por la técnica de volados sucesivos, mediante ménsulas consecutivas que se proyectan en el espacio a partir de la ménsula previa. Los pequeños puentes peatonales pueden construirse con vigas simples, pero los puentes de mayor importancia se construyen con grandes estructuras reticuladas de acero o vigas tipo cajón de hormigón postensado, o mediante estructuras colgadas.
Este modo de construcción ha respondido a varias restricciones para construir un puente:
El interés de una viga continua se demostró a principios del siglo XIX, pero fue necesario encontrar una solución para resolver dos problemas:
El primer puente en ménsula moderno fue inventado por Heinrich Gerber para la construcción del puente ferroviario de Hassfurt, en 1866-1867. Él patentó este tipo de puente en ménsula en celosía llamada «ménsula Gerber» en 1866.
Se trata de una superestructura con pilonas bi-articuladas cuyos tramos laterales están en voladizo. Un tramo central puede descansar sobre los extremos en voladizo. Este tipo de puente en voladizo tiene una estructura no continua, pero al colocar las articulaciones en los puntos de momentos de flexión nulos bajo la carga del peso propio, se encontraba en la estructura una distribución de solicitaciones idénticas a las de un puente continuo.
El más largo de estos puentes es el puente de Quebec (1971), con un tramo de 548,64 m, seguido por el puente de Forth que consta de dos tramos de 521,21 m.
Un puente puede ser construido en ménsula o en voladizo para evitar los apoyos de una cimbra compleja o en una zona de difícil acceso, pero esta disposición de la estructura es provisional y cesa después del enclavado del tramo.
Ya hay un dibujo de un puente en voladizo construido en el cuaderno de Villard de Honnecourt (ca. 1200-1250).
Los ingenieros civiles en el siglo XIX ya entendieron que un puente que era continuo apoyado en múltiples soportes distribuiría las cargas entre ellos. Esto daría como resultado menores tensiones en la viga o celosía y significaba que se podrían construir tramos más largos.[1]: 57, 190 Varios ingenieros patentaron puentes continuos con puntos de articulación a mitad del vano.[2]: 75, 79 El uso de una articulación en el sistema multi-tramo presentaba las ventajas de un sistema estáticamente determinado[3] y de un puente que podía responder al asentamiento diferencial de las cimentaciones.[1]: 190 Los ingenieros podían calcular más fácilmente las fuerzas y tensiones con una articulación en la viga.
Heinrich Gerber fue uno de los ingenieros que obtuvo una patente para una viga con articulación (1866) y es reconocido como el primero en construir uno.[2]: 79 El puente de Hassfurt sobre el río Main en Alemania, con una luz central de 38 metros, se completó en 1867 y se reconoce como el primer puente en ménsula moderno.[3]: par. 2
El puente alto de Kentucky de C. Shaler Smith (1877), el puente cantilever del Niagara de Charles Conrad Schneider (1883) y el puente Poughkeepsie de John Francis O'Rourke y Pomeroy P. Dickinson (1889) fueron todos importantes usos tempranos del diseño en voladizo.[3]: par. 3, 5 El puente del río Kentucky atravesaba una garganta de 84 m de profundidad y aprovechaba al máximo el hecho de que no se necesitaba una cimbra, o apeos temporales, para el tramo principal de un puente en voladizo.[3]: par. 3
El puente en voladizo temprano más famoso es el puente de Forth. Este puente mantuvo el récord del vano más largo del mundo durante diecisiete años, hasta que fue superado por el puente de Quebec. Benjamin Baker ilustró los principios estructurales del voladizo del tramo suspendido en la foto de la izquierda. El vano suspendido, donde se sienta Kaichi Watanabe, se ve en el centro. La necesidad de resistir la compresión del cordón inferior se ve en el uso de postes de madera, mientras que la tensión del cordón superior se muestra por los brazos extendidos. La acción de los cimientos exteriores como anclajes para el voladizo es visible en la colocación de los contrapesos.[3]: par. 6
Puentes en ménsula más largos del mundo (por vano más largo):[1]