Трудно быть богом | ||
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Título | Qué difícil es ser un dios | |
Ficha técnica | ||
Dirección | ||
Dirección artística |
Vladimir Ilyin Yuri Klimenko | |
Producción | Leonid Yarmolnik | |
Guion |
Aleksei German Svetlana Karmalita | |
Basada en |
Qué difícil es ser un Dios de Arkadi y Borís Strugatski | |
Música | Viktor Lebedev | |
Fotografía |
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Protagonistas | Leonid Yarmolnik | |
Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País |
Rusia República Checa | |
Año | 2013 | |
Género | Ciencia ficción | |
Duración | 177 | |
Idioma(s) | Ruso | |
Compañías | ||
Productora | Lenfilm | |
Distribución | Netflix | |
Recaudación | 1 299 035 dólares estadounidenses, 28 608 dólares estadounidenses y 1 265 308 dólares estadounidenses | |
Ficha en IMDb Ficha en FilmAffinity | ||
Qué difícil es ser un dios (en ruso: Трудно быть богом, romanizado: Trudno byt bogom) es una película de Aleksei Yuryevich German estrenada en 2013, y basada en la novela homónima de Arkadi y Borís Strugatski de 1964. Fue la última película, estrenada póstumamente, del cineasta ruso.
Un equipo de científicos viaja al planeta Arkanar, cuya población se halla estancada hace siglos en un completo atraso cultural y tecnológico, equiparable al de la Alta Edad Media de la historia terrícola. Los intelectuales o sospechosos de serlo son ejecutados y viven bajo un régimen de terror. Se ordena a los científicos que no interfieran y se limiten a observar, pero uno de ellos, Don Rumata, se hastía de esta situación y se ve tentado a tomar partido.
El rodaje comenzó en el otoño de 2000 en la República Checa y continuó intermitentemente durante un período de varios años; finalizó en agosto de 2006 en los estudios Lenfilm de San Petersburgo. Durante la larga etapa de edición y postproducción, su director Aleksei German falleció antes de que la película pudiera completarse. La producción fue concluida por miembros de su familia y se estrenó en el Festival de Cine de Roma de 2013 (fuera de competición).[1]
La escritura del guion es aún más extensa, remontándose su primer borrador a 1964, pues la intención de German fue que esta fuera su ópera prima.[2] En un principio el título del proyecto fue La historia de la masacre de Arkanar (en ruso: История арканарской резни).[3]
La estética del filme, caracterizado por largos travellings y planos secuencia que rompen con la cuarta pared, ha sido descrita por Peter Bradshaw en estos términos: “Cada toma es una visión del pandemónium: una insondable composición de claroscuro en la que perros, gallinas, búhos y erizos comparten las mismas condiciones con los embrutecidos humanos, reducidos a semibestias. La cámara recorre fluidamente este panorama de caos y los personajes, tanto los importantes como los irrelevantes, se asoman atónitos a su lente, como transeúntes en un documental”.[4]
La crudeza y el realismo extremos con que se recrea la época medieval (aunque ambientada en otro planeta) ha sido comparada con la de películas como Marketa Lazarova de Vláčil, Andrei Rublev de Tarkovsky o Sobre el globo de plata de Zulawsky.[5] Con esta última comparte su carácter de ciencia ficción y su azarosa producción; pero a diferencia del director polaco, atraído por los aspectos simbólicos de la historia narrada, Aleksei German desarrolla un materialismo radical en el que lo viscoso (sangre, barro, mucosidad) toma un insólito protagonismo, al mismo tiempo que algunos de sus encuadres se inspiran en las escenografías infernales de El Bosco y Brueghel el Viejo.[6]
Al igual que sucede en Marketa Lazarova, la trama queda en segundo plano y resulta confusa para el espectador cuanto menos en un primer visionado, puesto que el interés del cineasta es que aquél se sienta inmerso, durante casi tres horas, en una espiral de locura y violencia irresolubles.[7]