El rājasūya o rayasuia era un sacrificio, que se describe en detalle en el Mahabhárata (texto épico-religioso del siglo III a. C.), a cargo de los antiguos reyes de la India que se consideraban lo suficientemente poderosos como para convertirse en emperadores.
El rayasuia, como el sacrificio asuamedha, se producía tras el retorno de los generales del rey (que en la mayoría de los casos eran sus propios parientes, como sus hermanos o hijos) de una campaña militar exitosa.
El término sánscrito rayasuia tiene varios significados:[1]
Después de conquistar a los reyes de otros reinos y recolectar tributo de ellos, el general invitaría a los reyes vencidos a presenciar la ceremonia de sacrificio. Todos los reyes vencidos consideraban al organizador de este sacrificio como el emperador, el rey de reyes.
En el caso del sacrificio asuamedha, el ejército de la campaña militar seguía a un caballo errante, liberado desde la capital del rey que llevaba a cabo este sacrificio.
En el caso de un rayasuia no hay ningún caballo involucrado. Los generales planificaban mismos las regiones a conquistar. Los sacrificios rajasuya eran más raros que los asuamedha, ya que eran más arriesgados y costosos.
El Rajasuya más conocido de la literatura india fue el del rey pándava Iudistira.
Se supone que muchos reyes chola (del sur de la India, entre el 300 a. C. y el 1300 d. C.) realizaron este sacrificio. Uno de los sangam chola se llama Rajasuyam vetta perunarkilli (es decir, ‘Perunar Kili, que realizó un rayasuia), por haber realizado con éxito este sacrificio.