Una religión étnica es una religión que está directamente relacionada con un grupo étnico o geográfico y que, al ser practicada, genera una cultura y una identidad de pueblo o nación de todos los practicantes indistintamente de su país de procedencia. Se contraponen a una religión universal que es practicada por cualquier persona de cualquier identidad racial, cultural, nacional o étnica.
Ejemplos de religiones étnicas son el judaísmo, los drusos, el zoroastrismo, el paganismo nórdico, el sijismo, la religión tradicional china, el yazidismo kurdo, el shinto japonés, las religiones afroamericanas y el chamanismo propio de los pueblos indígenas.
Algunas características de las religiones étnicas son:
Históricamente, la mayoría de las religiones de la antigüedad eran étnicas, ya que el concepto de una religión universal (abierta a todos los pueblos) es relativamente tardío. Después de la conversión del emperador Asoka del Imperio Maurya de India al budismo, envió misioneros budistas a predicar la doctrina de Buda en todas las direcciones convirtiéndola en una de las religiones más difundidas y numerosas de Asia y el mundo. Similar ocurrió con la doctrina de Jesús, pues originalmente, los cristianos primitivos consideraban que para ser cristiano era necesario ser judío y que era una religión propia del pueblo judío. Fueron, en gran medida, las prédicas de San Pablo las que permitieron que el cristianismo se abriera a los gentiles. El Islam también se extendió entre muchos pueblos a partir de la conquista islámica. Sin embargo, este concepto de religiones internacionales no existía en la antigüedad, en donde cada pueblo tenía sus propios dioses.
En 1998 se fundó el Congreso Mundial de Religiones Étnicas.