Ricardo Jaimes Freyre | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
12 de mayo de 1866 Tacna, Perú | |
Fallecimiento |
8 de noviembre de 1933 (67 años) Buenos Aires, Argentina | |
Nacionalidad |
Boliviana Argentina | |
Familia | ||
Padres |
Julio Lucas Jaimes Carolina Freyre | |
Información profesional | ||
Ocupación | Historiador, Poeta | |
Años activo | Siglo XIX | |
Cargos ocupados | Embajador en Estados Unidos | |
Género | historia y poesía | |
Ricardo Jaimes Freyre (Tacna, 12 de mayo de 1866 - Buenos Aires, 8 de noviembre de 1933) fue un escritor, poeta, historiador y diplomático boliviano naturalizado argentino. Es considerado uno de los referentes del modernismo hispanoamericano.[1]
Nacido el 12 de mayo de 1866 en Tacna, Perú, fue uno de los hijos de Julio Lucas Jaimes y Carolina Freyre, ambos provenientes de familias relacionadas con la literatura. Su padre fue periodista y escritor potosino, su pseudónimo era "Brocha Gorda". Fue autor de abundantes tradiciones bolivianas a la manera de Ricardo Palma, de quien fuera amigo. Su madre pertenecía a una importante familia tacneña ligada al periodismo y la imprenta, fue directora de una revista femenina y escritora oriunda de Tacna.
Jaimes Freyre nació en Tacna durante la estancia de su padre en esta ciudad como cónsul por Bolivia. Su partida de nacimiento registra como testigos a Mariano Baptista y Melchor Terrazas, ambos bolivianos exiliados en Perú.[2]
En Tacna viviría la primera etapa de su vida, que coincidiría en parte con el periodo de la ocupación chilena de la ciudad. En 1886, a sus 18 años, tras el traslado de la familia a la ciudad de Sucre, conoció en Bolivia a Felicidad Soruco, con quien se casó y tuvo tres hijos: Víctor, Yolanda y Mario.
Miembro del movimiento modernista, fundó durante 1894 en Buenos Aires, junto a su amigo Rubén Darío, quien estaba allí desde 1893, la Revista de América, de corta duración pero que fue un referente literario continental por el manifiesto modernista que publicó:
Su estancia en esta ciudad le permitió cultivar además, la amistad de Leopoldo Lugones.[4] Fue redactor del diario El País, y colaboró con publicaciones de la época. Entre 1896 y 1899 cumple funciones diplomáticas en Brasil, tiempo durante el cual escribe gran parte de su primer libro de poesía, Castalia bárbara (1899). En este libro se destaca la suite homónima, de 13 composiciones poéticas que evocan mitos y elementos nórdicos.[4]
Entre 1901 y 1921 vivió en Tucumán, donde se desempeñó como docente y periodista. Impartió los cursos de Psicología y Literatura Perceptiva, Lógica e Historia de la Literatura Española, en el Colegio Nacional de Tucumán. Uno de sus discípulos fue el poeta Manuel Lizondo Borda. Fue también docente, desde 1905, de la Normal y de la Universidad Nacional de Tucumán de la que fue cofundador y uno los primeros profesores, convirtiéndose en un personaje importante de la vida cultural tucumana.
Su porte, y sus dotes de orador y declamador, lo hacían un personaje muy singular, respetado por los miembros de la llamada "Generación del Centenario", entre quienes se encontraban, Juan B. Terán, Alberto Rougés, Miguel Lillo, José Ignacio Aráoz o los gobernadores Ernesto Padilla y Miguel Mario Campero. Desempeñó la labor de historiador tras organizar el archivo histórico tucumano y publicar la Historia De la República de Tucumán. Entre 1904 y 1907 dirigió la Revista de Letras y Ciencias Sociales, una propuesta única y vanguardista en su época.Fue miembro de la Academia Argentina de Letras y de la Sociedad Sarmiento. En 1916 se le concedió la carta de ciudadanía argentina.[1]
Su afinidad con Bautista Saavedra y la llegada de este a la presidencia de Bolivia coincide con su regreso al servicio público. El 12 de mayo de 1921 fue nombrado Ministro de Instrucción Pública Agricultura y Guerra en Bolivia. A partir de entonces desempeñó en nombre de Bolivia los cargos: Delegado a la Sociedad de Naciones; Ministro de Relaciones exteriores, cargo que le supuso una polémica con Franz Tamayo; Embajador en Chile donde sostuvo una importante polémica con el Canciller de este país; Embajador en Estados Unidos, país en el que sufrió el fallecimiento de su esposa; Embajador en México, Embajador Extraordinario y Plenipotenciario en Brasil, este último cargo supuso un desacuerdo con el entonces presidente Hernando Siles, lo cual provocó su renuncia y su regreso a Buenos Aires.
Fue desarrollando con los años una recta conciencia social y política de sesgo humanista que solo se encuentra entre los modernistas en José Martí; fue así un fervoroso admirador del anarquismo social-cristiano de León Tolstoi, y hasta pudo después, sin haber sido un militante, demostrar sus simpatías por el espíritu que animó la Revolución Rusa de 1917. En una ocasión incluso se pensó en proponerlo como candidato a la presidencia de la República de Bolivia, algo que él declinó.[5]
Tras su renuncia vivió pobremente con la jubilación que obtuvo de sus cátedras en Tucumán. El 24 de abril de 1933, en Buenos Aires, murió en brazos de su hija Yolanda.
El 8 de noviembre de 1933, sus restos, junto a los de su padre fueron trasladados a Potosí, a donde llegaron tres días después y fueron depositados en la Catedral de la ciudad.
Jaimes Freyre es uno de los principales poetas del Modernismo junto a Rubén Darío y Leopoldo Lugones. Su obra Leyes de La Versificación Castellana le ha valido el título de "Teórico del Modernismo"; en ella intenta abolir el principio de la cantidad silábica o duración de la sílaba como base del verso, que consideraba "absurda", y sustituirlo por el "principio verdadero" del período prosódico, esto es, de las unidades rítmicas acentuales, algo más importante para asentar el ritmo. Su importancia viene dada por haber sido quien introdujo definitivamente el verso libre entre los poetas modernistas. Fue parnasiano solo en rasgos exteriores como su interés temático en leyendas y motivos lejanos (asuntos medievales, mitos y leyendas nórdicas) y en el cuidado trabajo de la forma, pero fundamentalmente fue simbolista por su búsqueda de la musicalidad y de la evocación de mundos de ensueño. Los poemas de su última época son sociales: los que se recogen en la sección "Las víctimas" de Los sueños son vida. Fue además socialista, ateo y se consideraba ciudadano del mundo.[1]
Su soneto Siempre fue citado por Jorge Luis Borges en su serie de conferencias en Harvard[6] y en el prólogo de La cifra,[7] entre otras ocasiones, como un ejemplo de poesía puramente verbal[8]:
Admirable ejemplo de una poesía puramente verbal es la siguiente estrofa de Jaimes Freyre.
Peregrina paloma imaginaria
que enardeces los últimos amores;
alma de luz, de música y de flores,
peregrina paloma imaginaria.
No quiere decir nada y a la manera de la música dice todo.[9].