Rosarigasinos | ||
---|---|---|
Ficha técnica | ||
Dirección | Rodrigo Grande | |
Ayudante de dirección |
Roberto Ceuninck (Asistente de Dirección) Natalia Smirnoff (2.º ayudante de dirección) | |
Dirección artística | Miguel Ángel Lumaldo | |
Producción | ||
Guion | Rodrigo Grande | |
Música | Ruy Folguera | |
Sonido | Daniel Mosquera | |
Maquillaje | Marisa Amenta | |
Fotografía | Félix Monti | |
Montaje | Miguel Pérez | |
Vestuario | Cecilia Monti | |
Efectos especiales | Sebastián Molchasky (Maquillaje de efectos) | |
Protagonistas | ||
Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País | Argentina | |
Año | 2001 | |
Género | Comedia dramática | |
Duración | 90 minutos | |
Clasificación | PM13 | |
Idioma(s) | Español | |
Compañías | ||
Productora |
José A. Martínez Suárez Producciones Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales Adolfo Aristaín Naya Films Alfredo Suaya | |
Distribución | Distribution Company | |
Recaudación | 38 286 dólares estadounidenses | |
Ficha en IMDb Ficha en FilmAffinity | ||
Rosarigasinos es una película de Argentina filmada en colores dirigida por Rodrigo Grande sobre su propio guion que se estrenó el 21 de junio de 2001 y que tuvo como actores principales a Federico Luppi, Ulises Dumont y María José Demare.
Fue filmada en la ciudad de Rosario, Argentina y tuvo el título alternativo de Presos del olvido. Contemporáneamente al estreno del filme se publicó su guion y un manual sobre el “rosarigasino”, una jerga inventada por tres cómicos en la década de 1920 de la que derivó el título del filme.[1]
Tras pasar 30 años presos en la cárcel de Rosario, dos hombres buscan la valija llena de dinero que habían escondido, pero las cosas no son como esperaban.[1]
Los intérpretes del filme fueron:[1]
Los Angeles Latino International Film Festival 2002
Diego Batlle en La Nación opinó:
«…el apadrinamiento de dos productores de lujo como José Martínez Suárez y Adolfo Aristaín hacían esperar algo más que la digna y correcta película que al final se vio.»[1]
Fernando M. Peña en el sitio web Filmonline.com.ar dijo:
«Más cerca de la propuesta de Nueve Reinas que de la de Mundo Grúa, por nombrar dos referentes distintos del nuevo cine argentino, este primer largometraje de Rodrigo Grande se apunta en la mejor tradición del policial negro argentino, que siempre tuvo un tono algo tanguero. Grande, como Bielinsky, no trata de romper con el modo clásico de contar historias sino que procura hacer bien lo que tantas veces se hizo mal…Y como Bielinsky, lo consigue a fuerza de respeto por los espectadores y los antecedentes, y rigor para contar su historia de manera sencilla y clara.»[1]
Manrupe y Portela escriben:
«Por una vez, una película tanguera fuera de Buenos Aires. En la ópera prima de Grande hay mucho de Martínez Suárez: la lealtad, una de esas mujeres de fierro (hasta ahí), una utopía (Acapulco) y una llamativa degradación física de los protagonistas que podría interpretarse como una muestra de la ferocidad del tiempo. Buenas actuaciones y un aprovechamiento del formato panorámico, algunos buenos momentos y otros demasiado previsibles.»[1]