Sebastián Lerdo de Tejada y Corral (Xalapa, Veracruz; 24 de abril de 1823-Nueva York, Estados Unidos; 22 de abril de 1889) fue un político y abogado mexicano que se desempeñó como presidente de México del 18 de julio de 1872 al 20 de noviembre de 1876, tras el fallecimiento de Benito Juárez.[1]
Nació en Xalapa, Veracruz; hijo del comerciante camerano don Juan Antonio Lerdo de Tejada y Matute, y doña Concepción Corral y Bustillos; su hermano era Miguel Lerdo de Tejada, político liberal, descendientes ambos del muy antiguo e ilustre Solar de Tejada. Trabajó en la tienda de su padre en su ciudad natal. Estudió gramática y obtuvo una beca para estudiar en el Seminario Palafoxiano de Puebla. Estuvo a punto de ordenarse como sacerdote, pero lo abandonó para luego ir al Colegio de San Ildefonso a estudiar jurisprudencia.
Fue fiscal de la Suprema Corte de Justicia y ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Ignacio Comonfort. Se desempeñó como rector del Colegio de San Ildefonso, sin embargo más tarde ingresó como diputado al Congreso de la Unión. Fue un hombre liberal y nacionalista. En 1863 fue ministro de Justicia y después de Relaciones Exteriores de 1863 a 1868 y de 1868 a 1870 durante el gobierno de Benito Juárez.[2] A partir de 1863 acompañó a Benito Juárez durante su peregrinaje por el norte de México durante la intervención francesa (1863-1867).
En 1871, una vez restaurada la República, Lerdo y el general Porfirio Díaz, se presentaron como candidatos a la presidencia de la República como opositores al presidente Juárez en las elecciones federales de 1871, logrando Juárez ser reelegido y Lerdo se incorporó al gobierno como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Por su parte, Porfirio Díaz se levantó en armas con el Plan de La Noria. No tuvo mayor eco esta rebelión. El 18 de julio de 1872 murió Benito Juárez, lo cual fue anunciado por José María Lafragua y Lerdo, que ocupaba el cargo de presidente de la Suprema Corte, asumió la presidencia en forma interina.
En octubre, fueron convocadas las elecciones para presidente de la República Mexicana. Se presentaron como candidatos Porfirio Díaz y Lerdo de Tejada. En las elecciones extraordinarias de 1872, este último derrotó a Díaz. Por otra parte, José María Iglesias ganó la contienda a Vicente Riva Palacio y obtuvo el puesto de presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.[3] El 1 de diciembre de 1872, Lerdo de Tejada asumió la presidencia de forma oficial para el período de 1872 a 1876.
En su mandato avanzó en la pacificación del país, desangrado por constantes guerras intestinas y levantamientos desde la consumación de la Independencia en 1821. Enfrentó a Manuel Lozada "el Tigre de Alica" quien se había levantado en armas en Tepic Nayarit, exigiendo una reforma agraria en beneficio de los campesinos, derrotándolo en marzo de 1873. El 23 de septiembre de 1873, elevó a rango constitucional las Leyes de Reforma, en consecuencia se expulsó a los jesuitas y a las Hermanas de la Caridad. Por otra parte, reintegró la Cámara de Senadores, para ser contrapeso de la Cámara de Diputados. Inauguró el ferrocarril de México a Veracruz y buscó la eliminación de los cacicazgos y la integración del país. Se fomentó la industria con el concurso de capital extranjero, principalmente de Francia y el Reino Unido, tratando de evitar el estadounidense.[4]
El 11 de septiembre de 1875, fue miembro fundador de la Academia Mexicana de la Lengua, ocupó la silla VII.[5]
Hacia finales de su período presidencial, se inició una campaña de propaganda para buscar una reelección, lo cual produjo disgusto general en todo el país. En 1876 intentó hacer modificaciones legales para permitir su reelección. Durante las elecciones, Lerdo de Tejada fue apoyado por el Poder Legislativo el cual declaró válido el resultado a favor de Lerdo y por lo tanto ganador de los comicios presidenciales de 1876, sin embargo el Poder Judicial encabezado por José María Iglesias declaró que las elecciones habían sido fraudulentas.
El 15 de enero, Porfirio Díaz aprovechó la situación para levantarse en armas mediante el Plan de Tuxtepec. Díaz modificó el plan en Palo Blanco, con el objetivo de ganar partidarios, reconoció a José María Iglesias como presidente interino, mientras Lerdo trataba de asegurar la reelección imponiendo obligaciones a los soldados y empleados públicos para votar por él. Iglesias decidió no pactar con Díaz y salió de la capital emitiendo un manifiesto en Salamanca. Esta vez, la rebelión triunfó en la Batalla de Tecoac. Lerdo se vio en la necesidad de renunciar, entregó el poder a Protasio Tagle y abandonó el país en enero de 1877. Iglesias conferenció con Díaz, con muy poco respaldo, también se vio obligado a abandonar el país rumbo a Estados Unidos.
Sebastián Lerdo de Tejada vivió el resto de su vida desterrado en la ciudad de Nueva York. Nunca se casó. Murió el 22 de abril de 1889, sus restos fueron trasladados a México y depositados en la Rotonda de las Personas Ilustres.[6]