Un socorrista acuático o guardavidas, antes llamado salvavidas, es la persona capacitada y acreditada para vigilar, prevenir y atender cuya principal misión es garantizar seguridad, pero que brinda respuesta inmediata de rescate acuático y/o atención básica de emergencia a quienes estén en situación de peligro dentro o alrededor del agua, en las áreas acuáticas de turismo, recreación y deporte, tales como piscinas, ríos, lagos o playas; siendo estas las labores principales del salvamento acuático como profesión reconocida en muchas partes del globo, que algunas autoridades locales o regionales han instituido la protección de quienes acuden a estos sitios.
Estos hombres y mujeres tienen como labor principal la anticipación y prevención de conductas o condiciones de riesgo que puedan llevar a incidentes que lamentar dentro de su zona de vigilancia, con escaneo constante y llamadas de atención, así como la realización de maniobras de socorro cuando fuera necesario. Los guardavidas tienen que estar muy aptos físicamente, muy motivados y ser capaces de responder responsablemente ante situaciones de peligro y de emergencia.
El término guardavidas (del inglés Lifeguard) fue mencionado por primera vez en una reunión del Concilio Nacional de Seguridad Acuática de los Estados Unidos de América en 1983, para dar a entender que el rol de los salvavidas (lifesaver en inglés) había cambiado de esperar a que las situaciones se dieran para correr atenderlas a adoptar y procurar medidas de prevención destinadas a minimizar los riesgos potenciales que pueden conducir a una situación de peligro, que haga necesario el rescate o los primeros auxilios.
Un guardavidas (también conocido como bañero en Sudamérica) es responsable de la seguridad y bienestar de las personas, particularmente en un área acuática y las zonas adyacentes o que la rodean. Su prioridad es asegurarse que ningún daño le ocurra a los usuarios de su área de responsabilidad. Aunque a menudo esta responsabilidad es remunerada también los hay voluntarios.
Estos profesionales son capaces de proveer todos los elementos para ayudar a prevenir ahogamiento (u otras emergencias) en su área de responsabilidad y por esta razón, este debe ser el enfoque primario de las actividades que definen su trabajo "guardar vidas", sea lo mejor detener un evento antes de que ocurra como reaccionando a uno en proceso.
Su capacitación está orientada en siete ejes:
Dentro del salvamento acuático, al momento de hacer una asistencia o rescate en el agua, se utilizan varios estilos de natación para poder aproximarse a las víctimas y las técnicas elementales de nado requieren de ciertas variaciones para no perder de vista a la misma. Estos estilos son:
El material, equipamiento o equipo del socorrista es aquel que le permitirá desarrollar su labor con mayor eficiencia, reduciendo los tiempos de rescate y los riesgos personales, así como posibilitará el remolcar a la víctima a tierra o aplicarle los primeros auxilios de la forma más segura posible. Entre los materiales más usados se encuentran:
Se llama materiales universales de protección personal a los que son utilizados por los Socorristas Acuáticos o Terrestres para suministrar primeros auxilios. Estos son guantes desechables (látex, nitrilo, etc.), lentes o antiparras, barbijos, delantales y mascarillas faciales (para suministrar ventilación artificial).
Estos materiales se llaman D.F.R. (Dispositivo de Flotabilidad de Rescate). Muchos de estos materiales se pueden usar sin necesidad de entrar al agua, con técnicas específicas que permiten arrojarlos hasta donde se encuentren la víctima, para luego remolcarla.
Las competencias de socorrismo son el escenario donde estos hacen gala de sus conocimientos, experiencias y destrezas, como profesionales del salvamento acuático y representantes de la institución que los formó, la instalación para la cual trabajan o el grupo al que pertenecen.
En estas competencias se realizan eventos de pruebas de habilidades, resistencia y técnicas de salvamento en los dos ambientes de trabajo del socorrista: aguas controladas (piscinas) y aguas abiertas (playas o lagos).
A nivel europeo, Cruz Roja organiza cada año un torneo donde se miden las destrezas del socorrista acuático, socorrista terrestre, primeros auxilios. Este torneo, llamado FACE (First Aid Convention Europe), se realiza primero a nivel nacional y luego el equipo ganador (compuesto por 6 miembros, uno de ellos socorrista acuático) compite a nivel europeo.
Dependiendo el país, región, comunidad o estado de que se trate, el socorrista deberá pasar una serie de pruebas físicas y teóricas (véase Salvamento y socorrismo), siendo su responsabilidad legal mantenerse en buen estado físico para poder desempeñar correctamente su función de vigilancia y rescate.
En España uno de los organismos encargados de la organización de competiciones de salvamento y socorrismo es la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo,[1] que organiza anualmente diversos campeonatos, como por ejemplo:
Junto con la Real Federación Española de Salvamento y socorrismo existen otros organismos públicos y privados encargados de la formación y gestión de los socorristas acuáticos. Siendo los más conocidos a nivel nacional la Cruz Roja Española, la Asociación Española de Socorristas y el grupo GIAAS, grupo de investigación y promoción del socorrismo de la Universidad de La Coruña que está desarrollando una importante divulgación del socorrismo en España y Latinoamérica.[2] Junto a estas instituciones, también existen múltiples empresas y centros educativos que permiten la formación en el ámbito del socorrismo acuático como, por ejemplo, los técnicos superiores en animación de actividades físicas y deportivas[3] (TAFAD) o los técnicos superiores en enseñanza y animación sociodeportiva[4] (TSEAS) dentro de la formación profesional reglada. Asimismo, dentro de las formaciones de enseñanzas deportivas de régimen especial o el grado superior de técnico deportivo en salvamento y socorrismo deportivo.