Suros era el nombre del último elefante supuestamente sobreviviente del ejército cartaginés en su paso a través de los gélidos Alpes en su campaña hacia Italia, durante la segunda guerra púnica. Es muy probable que el motivo de la supervivencia de este, se debiera al cuidado que le otorgaban las tropas, ya que se trataba del elefante personal de Aníbal. Varios autores romanos dejaron comentarios acerca de Suros, el cual probablemente se trataba ya sea, de un gran elefante sirio (Elephas maximus asurus), o un elefante asiático con un solo colmillo. Suros supuestamente servía como plataforma para Aníbal quien solamente tenía un ojo, y de esta manera le era más fácil tener una ventaja táctica al contar con una vista panorámica del campo de batalla.
De acuerdo con Plauto, Suros llevaba siempre una manta roja sobre la cual sostenía una howdah y un escudo.