El Timo de la estampita es el nombre de una tradicional estafa que se solía hacer en España a principios del siglo XX.
El origen de este timo se sitúa en la década de 1910 y se considera como su creador a un tal Julián Delgado.[1]
El esquema de la estafa consistía en dos cómplices; uno de ellos se hacía pasar por una persona con problemas mentales o simplemente alguien falto de discernimiento, que en la jerga es apodado el tonto, quien llevaba un sobre lleno de billetes a los cuales no daba importancia alguna porque creía que eran meras estampitas. El personaje entablaba conversación con algún viandante, el primo, y en ese momento entraba en escena otro de los estafadores, el listo, quien proponía a la víctima hacerse con el dinero por medio del engaño. Entonces, el incauto ofrecía al tonto una pequeña cantidad de dinero por las estampas del sobre; éste aceptaba y entregaba el sobre. Una vez que el listo y el tonto se habían marchado, la víctima se daba cuenta de que en el sobre no había dinero, sino papeles sin valor.[1][2] Desde su creación, este engaño y otros emparentados, como el llamado "tocomocho", se han reiterado hasta el siglo XXI.[2]
En Chile esta práctica es conocida como la "estafa del balurdo".