Un vehículo de superficie no tripulado, también conocido como USV por sus siglas en inglés (unmanned surface vehicle), es una embarcación que opera en la superficie del agua sin llevar tripulación a bordo.[1]
Al final de la Segunda Guerra Mundial ya se utilizaban USV controlados remotamente en tareas de desminado.[2] Desde entonces, se han producido importantes avances en los sistemas de control de los USV y en las tecnologías de navegación, lo que resulta en:
USV que pueden ser operados de forma remota (por un operador humano en tierra o en una embarcación cercana)[3]
USV que operan con control parcialmente autónomo
USV que operan de forma totalmente autónoma, mejor conocidos como ASV por sus siglas en inglés
Algunas aplicaciones modernas y áreas de investigación en las cuales se utilizan USV o ASV son, entre otras: entregas comerciales,[4] monitorización ambiental y climática, mapeo del fondo marino,[5] transbordo de pasajeros,[6] investigación robótica,[7] vigilancia, inspección de puentes y otras infraestructuras,[8] y operaciones militares y navales.
Los USV son muy valiosos en oceanografía ya que son más capaces que las boyas meteorológicas, amarradas o a la deriva, mucho más baratos que los buques meteorológicos y los buques de investigación, y más flexibles que las contribuciones de buques comerciales. En particular, los "planeadores de olas" pueden aprovechan la energía de las olas para la propulsión primaria[9] y, mediante células solares alimentar sus dispositivos electrónicos, logrando meses de persistencia marina[10] para aplicaciones académicas[11][12] y navales.[13][14]
Los USV son una poderosa herramienta en levantamientos hidrográficos.[7] El uso de un pequeño USV como 'multiplicador de fuerza' en paralelo al uso de buques de prospección tradicionales, puede duplicar la cobertura de prospección y reducir el tiempo en el sitio. En 2016, este método se utilizó en una prospección realizada en el Mar de Bering, frente a Alaska, en la cual el vehículo ASV Global 'C-Worker 5' realizó 2.275 millas náuticas de la prospección, el 44% del total del proyecto. Fue un récord para la industria de prospecciones y resultó en un ahorro de 25 días en el mar.[15]
En 2019, un ASV Saildrone completó la primera circunnavegación autónoma de la Antártida, recorriendo 12.500 millas (20.100 km) en un viaje de 7 meses, recopilando datos detallados mediante la instrumentación de control medioambiental a bordo.[16][17]
Algunas aplicaciones de los vehículos de superficie no tripulados en el ámbito de defensa son las de ejercer como objetivos de tiro en ejercicios militares y las tareas de desminado.[18]
↑Carson, Daniel F. (2019). «An affordable and portable autonomous surface vehicle with obstacle avoidance for coastal ocean monitoring». HardwareX6: e00059. doi:10.1016/j.ohx.2019.e00059.
↑«Unmanned cargo ships». Hellenic Shipping News. 17 de marzo de 2017. Archivado desde el original el 28 de mayo de 2018. Consultado el 27 de mayo de 2018.