Antes del Concilio Vaticano II y en varios manuscritos aparece una séptima estrofa que, según algunos académicos, se remontaría al mismo Rabano Mauro. Al revisar la Liturgia de las Horas tras el último Concilio, los expertos consideraron que la sexta estrofa del himno era ya la doxología propia, y que la séptima procede de un himno diverso.
Latín
Castellano
Gloria Patri Dominum,
Natumque qui a mortuis
Surrexit, ac Paraclito
In saeculorum saecula, Amén.
Gloria a Dios Padre
y al Hijo que resucitó de entre los muertos,
y al Espíritu Consolador, por los siglos de los siglos, Amén.
Tradicionalmente y en la actualidad en la Iglesia católica latina es el himno de las vísperas de la solemnidad de Pentecostés.
Se suele cantar al comienzo de ciertos actos en los que se quiere invocar al Espíritu Santo de modo solemne, p. ej. al inicio de ciertos actos académicos solemnes en las universidades. Esto es un vestigio del origen eclesiástico de la institución universitaria.
Se canta durante el rito de la ordenación de los obispos, en el momento de la imposición de las manos por parte del obispo y antes de la oración consagratoria.[1][2] Antes del Concilio Vaticano II, la primera estrofa se cantaba de rodillas (incluido el obispo) y, mientras el coro continuaba con la segunda, el obispo se levantaba para ungir las manos.
Antiguamente en las rúbricas de los rituales y devocionarios católicos se decía que la primera estrofa del Veni Creator Spiritus se debía cantar de rodillas y el resto de pie.[6]
En el cónclave se canta en la Capilla Sixtina antes de que el maestro de ceremonias pronuncie el "Extra omnes" (expresión latina que significa "¡Todos fuera!") en voz alta.[7]
↑Aurelio García Macías. El modelo de presbítero según la actual "Prex ordinationis presbyterorum" Estudio teológico de San Ildefonso: Seminario Conciliar I.T. San Ildefonso, 1995 ISBN8492076917, 9788492076918 página 37, nota 10.
↑A cualquiera que haya cantado o recitado devotamente el himno de manera solemne dentro de una iglesia u oratorio durante el primer día del año para invocar la divina providencia durante todo el año, o en la solemnidad de Pentecostés. Se concede indulgencia parcial a quienes la rezan al amanecer o al anochecer; al inicio o al final de su jornada laboral; antes o después del alimento espiritual
↑«Genuflessione». Enciclopedia dell'ecclesiastico, ovvero Dizionario della teologia dommatica e morale, del diritto canonico, delle principali nozioni bibliche, storia della chiesa, de ss. padri, dei grandi scrittori ecclesiastici, dei papi, dei concilii generali, degli scismi, delle eresie, della liturgia ecc. (Nápoles) II: 140-142. 1941. Consultado el 21 de julio de 2017.