Es un árbol siempreverde, de entre 4 y 8 metros, pudiendo alcanzar excepcionalmente hasta 15 metros de altura. Tiene el tronco robusto y grisáceo. Sus hojas son lanceoladas con bordes aserrados.[5]
Florece de diciembre a marzo. Sus pequeñas flores hermafroditas de 1 cm de diámetro son pentámeras, con pétalos de color blanco cremoso y muy fragantes, que aparecen en racimos colgantes y de forma acampanada.
Su fruto, denominado yoya o mocán,[6][5] es una baya globosa y ovalada del tamaño de un garbanzo, de hasta 2 cm de diámetro. Son cápsulas carnosas de color rojo brillante cuando están verdes volviéndose púrpuras casi negras con la madurez.
Se desarrolla entre los 300 y 1000 metros de altitud, generalmente en riscos del dominio del bosque termófilo y en las áreas bajas más secas de la laurisilva.
En Canarias forma una asociación vegetal propia denominada monteverde seco o Visneo mocanerae-Arbutetum canariensis. Se trata de un bosque denso de talla media, localizado en las cotas por debajo del área de influencia de las nubes de los vientos alisios.[9]
V. mocanera ha sido aprovechada por el ser humano para diversos usos.[13]
Los aborígenes canarios aprovechaban sus frutos como alimento, preparando los de Tenerife con ellos una especie de arrope o miel medicinal denominada chacerquen, que utilizaban como remedio para los problemas intestinales. Además, los frutos eran también utilizados por sus efectos astringentes en el proceso de momificación. Por su parte, los aborígenes de Gran Canaria también confeccionaban vino y vinagre con los frutos según las fuentes etnohistóricas.[14][15][16][17]
El uso medicinal de V. mocanera siguió presente en la sociedad canaria tras la conquista europea en el siglo xv. Los frutos y hojas eran aprovechados por sus propiedades antiinflamatorias, estomacales, cicatrizantes, nutritivas y para curar llagas y heridas.[18] El uso medicinal también se extendía a Madeira, donde las hojas se utilizaban para curar heridas y como agente antiulceroso.[19]
Su madera, aunque no fue tan utilizada como la de otros árboles nativos, se llegó a usar para la confección de varas de madera de los tejados en El Hierro, o en la elaboración de los palos para el juego del palo en Tenerife. En La Gomera también se utilizó como leña y para la obtención de carbón vegetal.[20][21][13]
El follaje fue utilizado además como forraje para el ganado caprino y bovino.[13]
Se encuentra protegida a nivel de la Comunidad Autónoma de Canarias por la Orden de 20 de febrero de 1991 sobre protección de especies de la flora vascular silvestre en su Anexo II.[24]
En cuanto al posible significado de la palabra mocán, el filólogo e historiador Ignacio Reyes propone su traducción como 'racimo' desde una posible forma original mughan, moqqan.[28]
Algunos autores han propuesto su procedencia desde el portugués vía las islas de Madeira, donde el árbol es conocido como mocano, nombre que también recibe la especie Pittosporum coriaceum.[19][29]
En algunas zonas de Canarias se conoce también con los nombres de mocanera y mocanero, para distinguir así el árbol del fruto.[5]
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↑«Visnea mocanera L.f., Suppl. Pl. 251 (1782)». International Plant Names Index(en inglés). The Royal Botanic Gardens, The Harvard University Herbaria and The Australian National Herbarium. Consultado el 10 de mayo de 2022.
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↑Morales Padrón, Francisco (1978). Canarias: crónicas de su conquista. Las Palmas de Gran Canaria: Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria; El Museo Canario. p. 371. ISBN84-500-2951-1. Archivado desde el original el 15 de abril de 2019. Consultado el 11 de mayo de 2022.
↑Morera, Marcial (2002). «mocán». Diccionario histórico-etimológico del habla canaria. Santa Cruz de Tenerife: Editora de Temas Canarios. pp. 1173-1175. ISBN84-95691-32-9.
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↑Reyes García, Ignacio (26 de septiembre de 2017). «mocán». Diccionario histórico-etimológico del amaziq insular (DHEAI). Consultado el 13 de mayo de 2022.
↑Corrales, Cristóbal; Corbella, Dolores (2015). «mocán, moçan, mocana». Diccionario Histórico del Español de Canarias (DHECan). San Cristóbal de La Laguna: Instituto de Estudios Canarios. ISBN978-84-88366-95-5. «No obstante, algunos datos de índole etnolingüística e histórica hacen poner esta filiación en duda. Si se toma en consideración el hecho de que mocán es empleado en las Islas Azores y Madeira para designar otro árbol madeirense, se podría concluir que se trata de un portuguesismo traído desde la isla de Madeira, donde, por otra parte, tiene una mayor extensión semántica que en Canarias.»
Kunkel, Günther (1991). Flora y vegetación del archipiélago canario: tratado florístico. 2ª parte. Las Palmas de Gran Canaria: Edirca. ISBN84-85438-80-9.