En la estética tradicional japonesa Wabi-sabi (侘寂?) es una cosmovisión basada en la transitoriedad (transiencia) y la imperfección[2]. Dicho punto de vista está frecuentemente presente en la sociedad japonesa, en forma de elementos de aspecto natural o rústico que aparecen en los objetos cotidianos o en algunos elementos arquitectónicos.
El wabi-sabi combina la atención a la composición del minimalismo, con la calidez de los objetos provenientes de la naturaleza.
Corriente japonesa estética y de comprensión del mundo basada en la fugacidad e impermanencia. Deriva de la afirmación budista de las Tres Características de la Existencia.
Según Leonard Koren, autor del libro Wabi-Sabi: for Artists, Designers, Poets and Philosophers, se refiere a aquella belleza imperfecta, impermanente e incompleta. Algunas características de la estética wabi-sabi son la asimetría, aspereza, sencillez o ingenuidad, modestia e intimidad, y sugiere además un proceso natural.
El wabi-sabi ocupa la misma posición en la estética japonesa que en Occidente ocupan los ideales griegos de belleza y perfección.
Si un objeto o expresión puede provocar en nosotros una sensación de serena melancolía y anhelo espiritual, entonces dicho objeto puede considerarse wabi-sabi.
Ello (el wabi-sabi) cultiva todo lo que es auténtico reconociendo tres sencillas realidades: nada dura, nada está completado y nada es perfecto.
Las palabras wabi (侘) y sabi (寂) no se traducen fácilmente. Wabi inicialmente refería la soledad de vivir en la naturaleza, lejos de la sociedad, mientras que sabi significaba ‘frío’, ‘flaco’ o ‘marchitado’. Hacia el siglo XIV estos términos comenzaron a cambiar, adquiriendo connotaciones más positivas.
Wabi ahora connota simplicidad rústica, frescura o quietud, o elegancia sutil y discreta, y es aplicable a objetos tanto naturales como hechos por el ser humano. También se puede referir a peculiaridades o anomalías que surgen durante el proceso de construcción y dotan de elegancia y unicidad al objeto. Sabi es la belleza o serenidad que aparece con la edad, cuando la vida del objeto y su impermanencia se evidencian en su pátina y desgaste, o en cualquier arreglo visible.
Desde un punto de vista del diseño o ingeniería, wabi se interpretaría como la cualidad imperfecta de cualquier objeto, debida a inevitables limitaciones en el diseño y construcción. Así, sabi podría ser interpretado como el aspecto de imperfecta fiabilidad o limitada mortalidad de cualquier objeto; de aquí la conexión etimológica con la palabra japonesa sabi, oxidarse.
Ambos conceptos, wabi y sabi, sugieren sentimientos de desconsuelo y soledad. Según la perspectiva budista Mahāyāna, estas son características positivas, al representar la liberación del mundo material y la trascendencia hacia una vida más sencilla. La propia filosofía Mahayana, sin embargo, advierte de que la comprensión verdadera no puede alcanzarse mediante palabras o lenguajes, por lo que aceptar el wabi-sabi en términos no verbales sería el enfoque más adecuado.
Los conceptos de wabi y sabi son originariamente religiosos, pero su actual uso en japonés es bastante informal.
En la filosofía zen, se detallan siete principios estéticos vinculados al alcance wabi-sabi:
Numerosas artes japonesas durante los últimos milenios se han visto influidas por el Zen y la filosofía Mahāyāna, especialmente en cuanto a la aceptación y contemplación de la imperfección, el fluir constante y la impermanencia de todas las cosas. Dichas artes ejemplificarían la estética wabi-sabi, como son:
Durante los años 90, el concepto fue adoptado por creadores de software y utilizado para la programación Agile y para Wiki wiki con el fin de describir la aceptación del estado de imperfección actual en que se basan.[3]