El siguiente artículo es un ensayo.No se trata de una política o convención; simplemente expone razonamientos y recomendaciones de sus autores buscando una función orientativa e informativa a través del sentido común, no el normativo. Puedes editar la página si es necesario, o discutir sobre su contenido en la página de discusión.
Esta página en pocas palabras: la preservación o supervivencia del conocimiento mundial está en juego. Contribuya a Wikipedia antes de que sea demasiado tarde.
Prácticamente todos los días, distintas formas de conocimiento se pierden para siempre y no hay copias disponibles. Cuando un desastre natural golpea una región o estalla una guerra; las bibliotecas, archivos, museos, monumentos y otros bienes patrimoniales, edificios valiosos, incunables y objetos únicos son destruidos o corren peligro de destrucción. Estos acontecimientos suelen eliminar partes del conocimiento humano y, a veces, culturas enteras.
Las bibliotecas de Alejandría, la Casa de la sabiduría y de Constantinopla se encuentran entre algunas de las grandes bibliotecas del mundo antiguo que fueron destruidas. Además, muchas enciclopedias chinas antiguas se han perdido parcial o completamente a lo largo de la historia.
Los archivos medievales de Gozo fueron destruidos durante la invasión otomana de 1551.[2]
Un incendio en el Real Alcázar de Madrid destruyó más de quinientas pinturas en la Nochebuena de 1734. Otras obras se salvaron, como Las Meninas de Velázquez.
El incendio de la Oficina de Patentes de Estados Unidos en 1836 destruyó irremediablemente la mayoría de los documentos de patentes de los EE. UU. recopilados hasta ese momento.
El incendio en la Biblioteca Central de Birmingham de 1879 causó grandes daños y solo se salvaron 1000 volúmenes de una colección de 50 000.[3]
La mayor parte de los materiales del censo de los Estados Unidos de 1890 fue destruido en un incendio en el sótano del Edificio de Comercio en Washington, D. C. en 1921.[5]
Algunas de las cintas originales en alta calidad del alunizaje del Apolo 11 fueron regrabadas y se han perdido.[12] Pero todos los datos se copiaron y fueron archivados en varios sitios en ese momento.[13]
En junio de 1981, durante la Guerra civil de Sri Lanka, la Biblioteca Pública de Jaffna fue incendiada por turbas budistascingalesas, destruyendo más de 97 000 libros raros y manuscritos.[14]
En 2004, parte de la colección de la Biblioteca de la duquesa Ana Amalia en Alemania se perdió en un incendio, menos de dos meses antes de que se trasladara la colección.[17]
En 2004, durante el Incendio de Parque Central en Caracas, Venezuela, se destruyó la planoteca de la torre, un archivo donde estaba toda la historia en planos de edificios públicos del país desde hace dos siglos, incluyendo sistemas de acueductos y cloacas.[18]
En 2009 el edificio del Archivo Histórico de la ciudad de Colonia se derrumbó.[19]
El 26 de octubre de 2009, GeoCities se cerró, eliminando de la vista pública 38 millones de páginas creadas por usuarios durante quince años.[20] Fue conservado parcialmente por Archive Team.
En 2010, gran parte del patrimonio de Haití resultó dañado o destruido por un terremoto.[21] Poco más de un mes después, el patrimonio de Chile sufrió una destrucción similar en su propio terremoto.
A partir de la década de 2010 En Venezuela, debido al declive económico de los periódicos, la transición a Internet y las crecientes restricciones a la prensa, se perdieron partes significativas de los archivos digitales de los medios de comunicación.[28]
En enero de 2020, un incendio dañó o destruyó gran parte de la colección del Museo de la cultura china en Estados Unidos de la ciudad de Nueva York. Alrededor de 35 000 de los 85 000 elementos se habían digitalizado y respaldado antes del incendio.[37]
El 29 de julio de 2021, la Cinemateca Brasileira sufrió un incendio,[39] el quinto en su historia.[40]
Muchos sitios culturales ucranianos han sido dañados o destruidos como resultado de la invasión rusa de Ucrania en 2022. El Museo histórico y de Historia Local de Ivánkiv, el Museo de Arte Kuindzhi de Mariúpol y el Museo de informática Club 8-bit fueron destruidos por los bombardeos, mientras que centros culturales como el Centro Conmemorativo del Holocausto de Babi Yar y la Biblioteca Científica Universal Regional Korolenko Chernihiv sufrieron daños.
En la actualidad, muchos de las lenguas del mundo están en peligro o casi extinguidas.[41] [42] En algunos casos en los que los padres han dejado de enseñar una lengua en peligro de extinción a sus hijos, solo unos pocos hablantes mayores la entienden. El Proyecto Rosetta es una colaboración global de especialistas lingüísticosen y hablantes nativos que trabajan para construir una biblioteca digital de acceso público con materiales sobre las casi 7000 lenguas humanas conocidas.[43]
Además, todos los días se cierran cientos de sitios web en Internet; la vida media de una página web es de tan solo setenta y siete días. Esos sitios web funcionan en muchos casos como referencias. Proyectos como Internet Archive o WebCite y grupos de voluntarios como Archive Team guardan copias de algunos de ellos, pero muchos otros se pierden para siempre. Este problema también afecta a los proyectos Wikimedia, y se necesitan réplicas para garantizar la conservación a largo plazo de los datos.
Wikipedia y sus proyectos hermanos pueden, y deben, salvar todas estas formas de conocimiento mediante la creación de artículos, la carga de imágenes y grabaciones en Wikimedia Commons, la conservación de idiomas en Wiktcionario y la transcripción de libros en Wikisource. Los eventos como Wiki Loves Monuments pueden ayudar a inmortalizar monumentos de todo el mundo antes de que se dañen o se destruyan.
Hay una fecha límite.Esta es una batalla contra el tiempo.
↑Koszarski, Richard (2004). Fort Lee: The Film Town(en inglés). Indiana University Press. pp. 339-341. ISBN978-0-86196-652-3. Consultado el 19 de agosto de 2022. «"$45,000 Fire Drives Families From Homes in Little Ferry", Bergen Evening Record, July 9, 1937, p. 1.»