Yekaterina Svanidze (Kató) | ||
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Ekaterina Svanidze, 1904. | ||
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Yekaterina Semiónovna Svanidze | |
Nacimiento |
2 de abril de 1880 Georgia | |
Fallecimiento |
5 de diciembre de 1907, (27 años) Tiflis (Gobernación de Tiflis, Imperio ruso) | |
Causa de muerte | Tuberculosis y tifus | |
Sepultura | Tiflis | |
Nacionalidad | georgiana | |
Familia | ||
Padres |
Svimon Svanidze Sepora Dvali | |
Cónyuge | Iósif Stalin (matr. 1906) | |
Hijos | Yákov Dzhugashvili | |
Información profesional | ||
Ocupación | Aparadora | |
Yekaterina Semiónovna Svanidze (en georgiano: ქეთევან სვანიძე; en ruso: Екатерина Семёновна Сванидзе - Keteván Svanidze), también conocida por su diminutivo Kató (2 de abril de 1880 Racha, Georgia - 5 de diciembre de 1907 Bakú, Azerbaiyán )[1] Fue la primera esposa de Iósif Stalin.
Tenía dos hermanas: Sashikó y Morikó, y un hermano Aleksandr Svanidze. Aleksandr estudió en Alemania y hablaba alemán y francés,[2] se cree que venía de una familia socialmente acomodada.
Fue la primera esposa de Iósif Stalin, amigo de su hermano.[3] Se casaron el 15 de abril de 1903 y tuvieron un hijo, llamado Yákov Dzhugashvili, el 18 de marzo de 1907. De este matrimonio no se sabe mucho.[1][4] Vivió un tiempo bajo el falso apellido de "Galiashvili", para más adelante asumir el de Dzhugashvili.
Trabajó como costurera[1] para las damas del Ejército Ruso, y junto con sus hermanas Aleksandra (Sashikó) y María (Marikó) dirigieron un taller de costura en Tiflis, el "Atelier Hervieu".
Ekaterina falleció el 5 de diciembre de 1907, tan solo cuatro años después de casarse con Stalin,[1] Falleció de tifus[1] y de colitis ulcerosa, contagiada durante el verano que pasó en Bakú.[5] Stalin afirmó con posterioridad que, aparte de su madre, fue la única persona a quien realmente quiso. Después del funeral georgiano-ortodoxo dijo a un viejo camarada que había muerto todo sentimiento humano en él: "... Esta criatura podía suavizar mi corazón de piedra. Ahora está muerta, y con ella mis últimos sentimientos calurosos para los humanos." Señalando a su pecho, Stalin añadió: "¡Aquí dentro, está vacío, inexpresivamente vacío!"[6]