Las proteínas de unión a actina (conocidas también como ABPs, por sus siglas en inglés: Actin-Binding Proteins), son proteínas que se unen a la actina.[1] Esto supone que tienen la capacidad de unirse a monómeros de actina, a polímeros o a ambos.
Muchas de las proteínas de unión a actina, incluyendo la α-actinina, β-espectrina, distrofina, utrofina y fimbrina efectúan esta unión a través del dominio de unión a actina de homología a la calponina.
La lista está en orden alfabético, e incluye además a los químicos disruptores de la polimerización de la actina.