Carmen Kurz | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
18 de septiembre de 1911 Barcelona, España | |
Fallecimiento |
5 de febrero de 1999 (87 años) Barcelona, España | |
Sepultura | Cementerio de Montjuic | |
Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Escritora y escritora de literatura infantil | |
Distinciones |
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Carmen de Rafael Marés (Barcelona, 18 de septiembre de 1911-Barcelona, 5 de febrero de 1999) fue una escritora española que firmaba con el apellido de su marido, Pedro Kurtz. Ganadora de varios premios literarios por sus novelas -el Planeta, entre otros- alcanzó gran popularidad en los años 60 con una serie de libros infantiles cuyo personaje era un chico, Óscar, que tenía por mascota una oca, Kina.
Fue además, una escritora comprometida con la condición de la mujer en la posguerra española.
Carmen de Rafael Marés nació en el seno de una familia cosmopolita. Era nieta y bisnieta de emigrantes [españoles] que vivieron en Estados Unidos, México y Cuba. Su padre había nacido en La Habana y su madre, en Baltimore. Parte de su educación la recibió en el Reino Unido y, sin duda, algunas de sus experiencias en ese país se reflejaron en sus libros.
Se casó con el francés Pedro Kurtz y vivió en Francia desde 1935. El matrimonio pasó allí la Segunda Guerra Mundial; su marido pasó dos años en un campo de concentración. Se mudaron a España en 1943.[1]
Mantuvo durante varios años una columna diaria en el periódico barcelonés La Prensa.[2]
En 1955 publicó su primera novela, Duermen bajo las aguas, que recibió el premio Ciudad de Barcelona[3] y donde narra la vida de una mujer que viviendo en el país vecino, es testigo de la marcha de su marido a la guerra (el de la autora estuvo dos años en un campo de concentración), y ella ha de hacerse cargo de sí misma y de su hijo. Pilar defiende la memoria de su esposo, luchando por rechazar a quienes la pretenden, y termina viviendo con sus hijos otra vez en España, a la espera del regreso de aquel. Lo que "duerme bajo las aguas" son las palabras no dichas, las que quedaron en el recuerdo, “las ahogadas”, pues toda expresión que debió decirse y queda en el silencio lo es. Las ideas, que tienen vida por medio de las palabras, han de respirar siendo dichas y no “dormir bajo las aguas”.
El desconocido (1956), que ganó el Premio Planeta,[4] narra la historia de un hombre que, al volver a España después de haber combatido en la División Azul, se encuentra con que su mujer, que le ha sido fiel durante los doce años de ausencia, ya no es capaz de reanudar los lazos que le unían a él. A golpes de sinceridad fragmentada, y de arriesgar la propia vida como precio del amor mutuo, parecen enderezar poco a poco la unidad matrimonial. La autora dejó, sin embargo, el final abierto.
En 1958 publicó Detrás de la piedra, historia de un inocente encarcelado por una acusación arbitraria.[5]
Entre dos oscuridades (1959) aborda la antítesis entre apariencia y realidad en relación con el ejercicio de la justicia humana y a través de cinco condenados a muerte que en la agonía del verdugo se hacen presentes para responder a las preguntas que siempre le obsesionaron.
En 1962 empezó la serie de cuentos para niños protagonizada por Óscar. Óscar cosmonauta cuenta la historia de un chico que tiene por mascota una oca, Kina, y que decide construir un cohete. Aunque la aventura acaba teniendo un desenlace del tipo todo fue un sueño, lo cierto es que Óscar viaja a otros planetas donde se encuentra con civilizaciones socialmente avanzadas. Esto permite introducir una serie de temas de gran actualidad y sorprendentemente avanzados para la época.
Publicó entre 1973 y 1975 la trilogía Sic transit compuesta de Al otro lado del mar (1973), El viaje (1975) y El regreso (1976), un siglo de historia esbozado de forma transversal, con singular intensidad en la Barcelona finisecular.[5]
A partir de la segunda mitad de los años 70 se dedicó con más intensidad a la literatura infantil con la ayuda de su hija Odile como ilustradora.
En 1978 José María Blanco adaptó uno de sus relatos y realizó la película infantil Óscar, Kina y el láser.[6]
Murió en Barcelona en 1999.
Maruja Torres le dedicó su Premio Planeta en 2000, y afirmó que «Carmen Kurtz es finalmente la responsable de lo que soy hoy».[7] Kurtz está representada en la novela Mientras vivimos de Torres en la figura de Carmen.[8]
Compartió con la Generación del 50 preocupaciones temáticas y formales aunque ella aportó un relato testimonial, de actitud crítica.[9] En sus novelas hay un interés creciente por la problemática de la clase media en la postguerra española y una crítica al sometimiento de las mujeres en la España franquista.[7] También hizo una crítica dirigida a la hipócrita clase burguesa de la dictadura y trató cuestiones que suponían directamente un tabú como el suicidio, el aborto o el divorcio.[2]
Destaca la variedad de personajes femeninos que huyen de cualquier prejuicio y que tienen un planteamiento de vida diferente al propuesto desde el Régimen para las mujeres.[2] Reflejó una visión crítica de la burguesía centrada en personajes femeninos en crisis al descubrir en su esposo a un desconocido. Mujeres en rebelión contra una situación en que parecía no haber más vínculos que los del interés económico.
Una imagen de Carmen Kurtz, en el site de Editorial Juventud