Es una especieanual, de 10 a 100 cm de altura, con tallos ramificados superiormente, hojas con resinas, y espinas tipo fillarias, alternas, las basales pecioladas con limbo sinuado y lobado o pinnado, las caulinares asentadas y linear lanceoladas. Las flores en capítulos discoideos, homógamos, solitarios o en grupos terminales.
Capítulos con involucro de brácteasaracnoideas; las externas y medias con un apéndice espinoso. Dicho apéndice posee una espina terminal y varios pares de espinas laterales. Los frutos son aquenios con un vilano escamoso casi tan largo como el aquenio y con eleosoma.[3][2]
Crece en pastizales y lugares abiertos algo nitrificados.
Es nativa de la región mediterránea de Europa, África del Norte y del Oeste y Macaronesia, aunque en esta última región es dudoso que sea realmente nativa.
Se introdujo a América del Norte en el siglo XVIII: la primera aparición documentada en California está en el adobe de un edificio construido en San Fernando en 1797. En esta región ha llegado a ser una plaga invasiva prácticamente imposible de erradicar en todo Estados Unidos.[4][5][6]
También está naturalizada en una serie de islas del Pacífico, y prácticamente en el mundo entero.[7]
Centaurea: nombre genérico que procede del griegokentauros, hombres-caballo que conocían las propiedades de las plantas medicinales.
melitensis: término topo-geográfico aludiendo a Melita, el apelativo antiguo de la isla de Malta, que es su locus typicus en la descripción original de Linné.
Castellano: abre puños (2), abremanos, abrepuño, abrepuños (5), ardolla, arzolla (2), cardo de la arzolla, cardo escarolado (3), cardo escrolado, centaura menor, raíz de la arzolla, risillas de la suegra. Entre paréntesis, la frecuencia del vocablo en España.[11]
En América (Sur de Estados Unidos y Cono Sur): tocalote, pero en Argentina y Uruguay se conoce también como abrepuño[12] y en Chile como zizaña.[13]
↑Devesa Alcaraz, J.A. & López Nieto E., Estudio taxonómico de Centaurea sect. Mesocentron (Cass.) DC. y sect. Hymenocentron (Cass.) DC. (Asteraceae) en la Península Ibérica Y Baleares. Flora Montiberica, 55, p. 3-25, 2013.[1]
Flora of North America Editorial Committee, e. 2006. Magnoliophyta: Asteridae, part 6: Asteraceae, part 1. 19: i–xxiv. In Fl. N. Amer.. Oxford University Press, New York.
Gibbs Russell, G. E., W. G. Welman, E. Reitief, K. L. Immelman, G. Germishuizen, B. J. Pienaar, M. v. Wyk & A. Nicholas. 1987. List of species of southern African plants. Mem. Bot. Surv. S. Africa 2(1–2): 1–152(pt. 1), 1–270(pt. 2).
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Gleason, H. A. & A. J. Cronquist. 1991. Man. Vasc. Pl. N.E. U.S. (ed. 2) i–910. New York Botanical Garden, Bronx.
Hind, D. J. N. & C. Jeffrey. 2001. A checklist of the Compositae of Vol. IV of Humboldt, Bonpland & Kunth's Nova Genera et Species Plantarum. Compositae Newslett. 37: i–iii,.
Hitchcock, C. H., A. J. Cronquist, F. M. Ownbey & J. W. Thompson. 1984. Compositae. Part V.: 1–343. In Vasc. Pl. Pacific N.W.. University of Washington Press, Seattle.
Jeffrey, C. 1968. Notes on Compositae: III. The Cynareae in East Tropical Africa. Kew Bull. 22(1): 107–140.