Enfermedades intercurrentes en el embarazo

Una enfermedad intercurrente (o concurrente, concomitante o, en la mayoría de los casos, preexistente) en el embarazo es una enfermedad que no está causada directamente por el embarazo (en contraste a las complicaciones del embarazo), pero que pueden empeorar o ser un potencial de riesgo para el embarazo (causando complicaciones). Un comportamiento importante de este riesgo puede terminar en la necesidad de uso de medicamentos en el embarazo para manejar dicha enfermedad.

En tales circunstancias, a mujeres que desean continuar con el embarazo requieren atención médica adicional, a menudo de un equipo interdisciplinario. Dicho equipo puede incluir (además de un obstetra) un especialista en el desorden y otros profesionales (por ejemplo, especialistas en la etapa materna-fetal o médicos obstetras, dietistas, etc.).[MMHE 1]

Trastornos endocrinos

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Diabetes mellitus

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La diabetes mellitus y el embarazo se ocupa de las interacciones de la diabetes mellitus (no restringidas a la diabetes gestacional) y el embarazo. Los riesgos para el niño incluyen aborto involuntario, restricción del crecimiento, aceleración del crecimiento, obesidad fetal (macrosomía), polihidramnios y defectos de nacimiento.

Enfermedad de tiroides

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La enfermedad de tiroides en el embarazo puede, si no se corrige, causar efectos adversos sobre el bienestar del feto y de la madre. Los efectos nocivos de la disfunción de la tiroides pueden extenderse más allá del embarazo y del nacimiento para afectar el desarrollo neurointelectual en la vida temprana del niño. La demanda de las hormonas tiroideas se incrementa durante el embarazo lo cual puede causar que un trastorno de la tiroides previamente desapercibido empeore.

Hipercoagulabilidad

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La hipercoagulabilidad durante el embarazo es la propensión de las mujeres embarazadas de desarrollar trombosis (coágulos de sangre). El embarazo en sí es un factor de hipercoagubilidad (hipercoagubilidad inducida por el embarazo), como un mecanismo fisiológico de adaptación para evitar la hemorragia posparto.[1]​ Sin embargo, cuando se combina con un estado de hipercoagubilidad subyacente adicional, el riesgo de trombosis o embolia puede llegar a ser sustancial.[1]

Infecciones

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Infecciones de transmisión vertical

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Muchas infecciones tienen un riesgo de transmisión vertical para el feto. Entre los ejemplos se encuentran:

Las infecciones en el embarazo también plantean preocupaciones particulares sobre si se debe o no usar medicamentos durante el embarazo (es decir, antibióticos o antivirales) para tratarlas. Por ejemplo, a las mujeres embarazadas que contraen la infección por influenza H1N1 se les recomienda recibir tratamiento antiviral con oseltamivir (que es el medicamento preferido) o zanamivir.[7]​ Tanto la amantadina y la rimantadina han demostrado ser teratogénicas y embriotóxicas cuando se administran en dosis altas en estudios con animales.[7]

Vulvovaginitis candidiásica

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En el embarazo, los cambios en los niveles de las hormonas sexuales femeninas, como el estrógeno, hacen que una mujer sea más propensa a desarrollar vulvovaginitis candidiásica. Durante el embarazo, el hongo "Cándida" es más frecuente (común), y la infección recurrente es también más probable.[8]​ No hay pruebas claras de que el tratamiento de la vulvovaginitis candidiásica asintomática en el embarazo reduce el riesgo de que haya un parto prematuro.[9]​ La vulvovaginitis candidiásica en el embarazo se debe tratar con clotrimazol intravaginal o miconazol durante al menos 7 días.[10]

Vaginosis bacteriana

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La vaginosis bacteriana es un desequilibrio de la flora bacteriana de origen natural en la vagina. La vaginosis bacteriana, una enfermedad intercurrente en el embarazo, puede aumentar el riesgo de complicaciones en el embarazo, más notablemente el nacimiento prematuro o aborto involuntario. Sin embargo, este riesgo es pequeño en general y parece más significativo en las mujeres que han tenido este tipo de complicaciones en un embarazo anterior.[11]

Valvulopatía

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En el caso de la valvulopatía en el embarazo, los cambios fisiológicos maternos durante el embarazo confieren una carga adicional en el corazón y pueden dar lugar a complicaciones.

En las personas que requieres de una válvula de corazón artificial, el examen debe hacerse por el deterioro de la válvula a través del tiempo (para válvulas bioprotésicas) frente a los riesgos de coagulación de la sangre durante el embarazo con válvulas mecánicas con la necesidad resultante de medicamentos en el embarazo en forma de anticoagulantes.

Otros trastornos autoinmunes

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Lupus eritematoso sistémico

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El lupus eritematoso en el embarazo confiere una mayor tasa de muerte fetal en el útero y aborto espontáneo (aborto involuntario), así como de lupus eritematoso neonatal.

Síndrome de Behçet

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El embarazo no tiene un efecto adverso sobre el curso del síndrome de Behcet y, posiblemente, puede mejorar su curso.[12][13]​ Sin embargo, hay una variabilidad sustancial en la evolución clínica entre los pacientes e incluso para diferentes embarazos en el mismo paciente.[12]​ También, a la inversa, el síndrome de Behcet confiere un mayor riesgo de complicaciones del embarazo, aborto involuntario y de cesárea.[13]

Esclerosis múltiple

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Estar embarazada reduce el riesgo de recaídas en la esclerosis múltiple; sin embargo, durante los primeros meses después del parto, el riesgo aumenta.[14]​ En general, el embarazo no parece influir en la discapacidad a largo plazo.[14]​ La esclerosis múltiple no aumenta el riesgo de anomalía congénita o aborto involuntario.[15][16]

Otras

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Las siguientes condiciones pueden empeorar o ser un riesgo potencial para el embarazo:

Referencias

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  1. a b Page 264 in: Gresele, Paolo (2008). Platelets in hematologic and cardiovascular disorders: a clinical handbook. Cambridge, UK: Cambridge University Press. ISBN 0-521-88115-3. 
  2. Yu J, Wu S, Li F, Hu L (January 2009). «Vertical transmission of Chlamydia trachomatis in Chongqing China». Curr Microbiol. 58 (4): 315-320. PMID 19123031. doi:10.1007/s00284-008-9331-5. 
  3. K E Ugen, J J Goedert, J Boyer, Y Refaeli, I Frank, W V Williams, A Willoughby, S Landesman, H Mendez, A Rubinstein (June 1992). «Vertical transmission of human immunodeficiency virus (HIV) infection. Reactivity of maternal sera with glycoprotein 120 and 41 peptides from HIV type 1». J Clin Invest 89 (6): 1923-1930. PMC 295892. PMID 1601999. doi:10.1172/JCI115798. 
  4. Fawzi WW, Msamanga G, Hunter D, Urassa E, Renjifo B, Mwakagile D, Hertzmark E, Coley J, Garland M, Kapiga S, Antelman G, Essex M, Spiegelman D (1999). «Randomized trial of vitamin supplements in relation to vertical transmission of HIV-1 in Tanzania». Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes 23 (3): 246-254. PMID 10839660. doi:10.1097/00042560-200003010-00006. 
  5. Hisada M, Maloney EM, Sawada T, Miley WJ, Palmer P, Hanchard B, Goedert JJ, Manns A. (2002). «Virus markers associated with vertical transmission of human T lymphotropic virus type 1 in Jamaica». Clin Infect Dis. 34 (12): 1551-1557. PMID 12032888. doi:10.1086/340537. 
  6. Lee MJ, Hallmark RJ, Frenkel LM, Del Priore G (1998). «Maternal syphilis and vertical perinatal transmission of human immunodeficiency virus type-1 infection». International Journal of Gynaecology and Obstetrics: the Official Organ of the International Federation of Gynaecology and Obstetrics 63 (3): 246-254. PMID 9989893. doi:10.1016/S0020-7292(98)00165-9. 
  7. a b Health Care Guideline: Routine Prenatal Care. Fourteenth Edition. Archivado el 5 de julio de 2008 en Wayback Machine. By the Institute for Clinical Systems Improvement. July 2010.
  8. Sobel, JD (9 de junio de 2007). «Vulvovaginal candidosis.». Lancet 369 (9577): 1961-71. PMID 17560449. doi:10.1016/S0140-6736(07)60917-9. 
  9. Roberts, C. L.; Rickard, K.; Kotsiou, G.; Morris, J. M. (2011). «Treatment of asymptomatic vaginal candidiasis in pregnancy to prevent preterm birth: An open-label pilot randomized controlled trial». BMC Pregnancy and Childbirth 11: 18. doi:10.1186/1471-2393-11-18. 
  10. Candida - female genital, Managing infection in pregnancy, from National Institute for Health and Care Excellence. Last revised in August 2012.
  11. Bacterial vaginosis from National Health Service, UK. Page last reviewed: 03/10/2013
  12. a b Uzun, S.; Alpsoy, E.; Durdu, M.; Akman, A. (2003). «The clinical course of Behçet's disease in pregnancy: A retrospective analysis and review of the literature». The Journal of dermatology 30 (7): 499-502. PMID 12928538. 
  13. a b Jadaon, J.; Shushan, A.; Ezra, Y.; Sela, H. Y.; Ozcan, C.; Rojansky, N. (2005). «Behcet's disease and pregnancy». Acta Obstetricia et Gynecologica Scandinavica 84 (10): 939-944. PMID 16167908. doi:10.1111/j.0001-6349.2005.00761.x. 
  14. a b Compston A, Coles A (October 2008). «Multiple sclerosis». Lancet 372 (9648): 1502-17. PMID 18970977. doi:10.1016/S0140-6736(08)61620-7. 
  15. Multiple Sclerosis: Pregnancy Q&A Archivado el 19 de octubre de 2013 en Wayback Machine. from Cleveland Clinic, retrieved January 2014.
  16. Ramagopalan, S. V.; Guimond, C.; Criscuoli, M.; Dyment, D. A.; Orton, S. M.; Yee, I. M.; Ebers, G. C.; Sadovnick, D. (2010). «Congenital Abnormalities and Multiple Sclerosis». BMC Neurology 10: 115. PMC 3020672. PMID 21080921. doi:10.1186/1471-2377-10-115. 
  17. Li, D; Liu, L; Odouli, R (2009). «Presence of depressive symptoms during early pregnancy and the risk of preterm delivery: a prospective cohort study». Human Reproduction 24 (1): 146-153. PMID 18948314. doi:10.1093/humrep/den342. 
  18. Getahun, D; Ananth, CV; Peltier, MR; Smulian, JC; Vintzileos, AM (2006). «Acute and chronic respiratory diseases in pregnancy: associations with placental abruption». American journal of obstetrics and gynecology 195 (4): 1180-4. PMID 17000252. doi:10.1016/j.ajog.2006.07.027. 
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  20. Louik, C; Schatz, M; Hernández-Díaz, S; Werler, MM; Mitchell, AA (2010). «Asthma in Pregnancy and its Pharmacologic Treatment». Annals of allergy, asthma & immunology 105 (2): 110-7. PMC 2953247. PMID 20674820. doi:10.1016/j.anai.2010.05.016. 
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  8. Merck. «Liver and gallbladder disorders during pregnancy». Merck Manual Home Health Handbook. Merck Sharpe & Dohme. Archivado desde el original el 16 de marzo de 2015. Consultado el 22 de octubre de 2015.