Fernando Díaz de Mendoza | ||
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Fotografiado por Kaulak en 1911 | ||
Información personal | ||
Nombre en español | Fernando Díaz de Mendoza y Aguado | |
Nacimiento |
7 de junio de 1862 Murcia (España) | |
Fallecimiento |
20 de octubre de 1930 (68 años) Vigo (España) | |
Sepultura | Cementerio de la Almudena | |
Nacionalidad | Española | |
Familia | ||
Cónyuge |
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Pareja | Catalina Bárcena | |
Hijos | ||
Información profesional | ||
Ocupación | Actor, empresario de teatro y director de teatro | |
Distinciones | ||
Fernando Díaz de Mendoza y Aguado, conde de Balazote y Lalaing, VI marqués de Fontanar (Murcia, 7 de junio de 1862-Vigo, 20 de octubre de 1930), fue un empresario teatral, director y actor español. Casado con la actriz María Guerrero, dominaron un amplio periodo de la escena teatral española e hispanoamericana.[1]
Fernando Díaz de Mendoza y Aguado nació el 7 de junio de 1862 en Murcia,[2] hijo de Mariano Díaz de Mendoza y Uribe, y de su esposa, Concepción Aguado y Flores, hija de los III condes de Campohermoso.[3] En 1907, heredó de su padre los títulos de vii marqués de San Mamés y vi de Fontanar, y XI Conde de Balazote y VI Conde de Lalaing, ambos con grandeza de España. Culto aristócrata, desde joven mostró inclinaciones artísticas por el teatro, primero en representaciones privadas y luego en festivales benéficos.
El 18 de abril de 1888 contrajo matrimonio con Ventura Serrano y Domínguez, vi marquesa de Castellón, hija del general Francisco Serrano, duque de la Torre y regente del reino. Su esposa falleció después del nacimiento de su hijo, Fernando Díaz de Mendoza y Serrano, nacido el 1 de febrero de 1889, primogénito y heredero de los títulos nobiliarios.[4]
Ingresó en 1894 en la compañía del Teatro Español de María Guerrero y Ramón Guerrero, padre de la actriz, representando papeles secundarios de joven galán. La obra con la que debutó para esta compañía fue La Mariana, de José Echegaray, junto a María Guerrero. Su relación con la actriz y empresaria se fue estrechado y se casó con ella el 10 de enero de 1896. Juntos formarían su propia compañía teatral y fueron padres de Fernando (n. 1897) y Carlos Fernando (n. 1898), también actores.[5][6]
Con María Guerrero actuaba tanto en giras internacionales —París, Roma, Milán o Bruselas— como en el Teatro Español gracias a una licencia del Ayuntamiento de Madrid. Como sus compromisos artísticos en Latinoamérica y Europa dificultaban sus obligaciones con las autoridades municipales, decidieron adquirir el Teatro de la Princesa el 20 de marzo de 1908, convirtiéndolo en el centro de actuaciones de la actriz.[6][5][7]
Como actor destacó por su papel protagonista en obras como Fuenteovejuna; La Malquerida; Casa con dos puertas, mala es de guardar; El abuelo; En Flandes se ha puesto el sol; Mariucha; Locura de amor; Mancha que limpia; o Don Álvaro o la fuerza del sino.[8] Se le llegó a considerar por muchos críticos el mejor actor español de principios del siglo XX.[4]
Durante la época en la que el matrimonio estaba a cargo del Teatro de la Princesa se estrenaron en el local obras de los Premios Nobel de Literatura Jacinto Benavente y José Echegaray, así como de otros autores de la talla de Benito Pérez Galdós, Eduardo Marquina, Ramón María de Valle-Inclán, Ángel Guimerá, Gregorio Martínez Sierra, el poeta Francisco Villaespesa, Pedro Muñoz Seca o los Hermanos Álvarez Quintero.[9][7][6]
Juntos recorrieron con considerable éxito gran parte de Europa y Latinoamérica, llegando a realizar más de veinticinco giras por el extranjero.[5] En Argentina llegaron a financiar parte del Teatro Nacional Cervantes en 1918, que se inauguró en 1921,[10][11] y juntos marcaron las directrices del resurgimiento del teatro clásico español.
Al haberse embarcado el matrimonio en la construcción del Teatro Cervantes de Buenos Aires, su economía se vio gravemente mermada y debieron trasladar su residencia en Madrid a los pisos altos del Teatro de la Princesa, al que añadieron una quinta planta, donde permanecerían hasta el fallecimiento de su esposa.[5][12] Posteriormente, en 1931, este teatro se renombró con el nombre con el que se le conoce hoy día, Teatro María Guerrero.[7][13][14]
Como director, Díaz de Mendoza llegó a ser considerado como el mejor de su época tras Emilio Mario[15] ya que colaboró a la regeneración en España de la puesta en escena, formando a nuevos actores que se convirtieron en grandes artistas de la época y promocionando a nuevos escritores teatrales. Además, junto a María Guerrero, revitalizó los clásicos nacionales dándoles un espacio fundamental en el teatro. Por su labor de unión entre España y Hispanoamérica, con motivo de sus numerosas giras por el continente, recibieron él y su esposa en 1922 la Cruz de Isabel la Católica.[8] Ya en su vejez, se le concedió la dirección del Conservatorio de Madrid.[16]
Falleció a los 68 años, el 20 de octubre de 1930 en el Hotel Moderno de Vigo (Pontevedra).[17]
Sus hijos Luis Fernando y Carlos Fernando fueron actores, así como sus nietos Fernando Fernán Gómez y Mari Carmen Díaz de Mendoza.
En 1909, tuvo un hijo ilegítimo, de nombre también Fernando, con la actriz Catalina Bárcena, 26 años más joven, a quien legitimó casando a Catalina con el actor Ricardo Vargas.[18]