Henri Marrou | ||
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Henri Irénée Marrou | |
Nombre en francés | Henri-Irénée Marrou | |
Nacimiento |
12 de noviembre de 1904 Marsella (Francia) | |
Fallecimiento |
11 de abril de 1977 Bourg-la-Reine (Francia) | (72 años)|
Residencia | Châtenay-Malabry | |
Nacionalidad | Francesa | |
Religión | Catolicismo | |
Familia | ||
Padre | Louis Marrou | |
Cónyuge | Jeanne Marrou | |
Educación | ||
Educado en |
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Información profesional | ||
Ocupación | Historiador de la Iglesia, historiador, profesor universitario, miembro de la Resistencia francesa y traductor | |
Área | Historia de las religiones, historia del cristianismo y traducción | |
Cargos ocupados |
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Empleador |
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Estudiantes doctorales | Claude Dagens | |
Seudónimo | Henri Davenson | |
Conflictos | Segunda Guerra Mundial | |
Miembro de | ||
Distinciones |
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Henri-Irénée Marrou (Marsella, 12 de noviembre de 1904 - Bourg-la-Reine, 11 de abril de 1977), fue un historiador especializado en la antigüedad tardía francesa, en el cristianismo primitivo (en concreto de Agustín de Hipona), en la educación antigua y en la filosofía de la historia.
Nacido en 1904 en una familia católica de clase media, del Mediodía francés, Marrou realizó sus estudios en la Escuela Normal Superior de París sobre la calle Ulm, y obtuvo la agregación de Historia en 1929, en segunda posición, detrás de Alphonse Dupront. Entró, acto seguido, en la Escuela Francesa de Roma, donde trabajó hondamente sobre la figura de Agustín de Hipona.
Admirador de Pierre Teilhard de Chardin y de Charles Péguy, conoció a Emmanuel Mounier, con quien colaboraría en la revista Esprit a partir de 1935. Fue asimismo el fundador de los Estudios agustinianos.
Viajó entonces a Nápoles y El Cairo, antes de ser docente en Nancy y luego Montpellier. Se doctoró en 1937, con la presentación de su tesis sobre San Agustín y el fin de la cultura antigua. Músico aficionado, se convertiría además en miembro de la Academia Charles-Cros y redactaría bajo el seudónimo de «Henri Davenson», artículos y libros de musicología. Publicaría también en dicha revista artículos que serían ensamblados en 1978 con el título Crisis de nuestro tiempo y reflexión cristiana (de 1930 a 1975).
Durante la Segunda Guerra Mundial, se unió a la Resistencia. De 1945 a 1975, ocupó la cátedra de historia del cristianismo en la Sorbona y escribió sus obras más importantes. Fue uno de los primeros colaboradores de la colección Fuentes cristianas; publicó a su vez la Patristica Sorbonensia, editados por Le Seuil, una colección de trabajos académicos sobre temas relacionadas con los Padres de la Iglesia Católica, a los que había asimismo editado.
Por otro lado, con otros estudiosos denunció el uso de la tortura durante la Guerra de Argelia, actitud que le valdría persecución en ese momento. Aprobó vivamente el Concilio Vaticano II, combatiendo a su vez a los integristas y los progresistas influenciados por el marxismo; pero no le atrajo del Mayo francés.
Sus libros ricos y ponderados sobre la cultura intelectual y religiosa de la Antigüedad Tardía, sus trabajos sobres los Padres de la Iglesia Católica (particularmente Agustín de Hipona), sus reflexiones sobre el «conocimiento histórico» y la teología de la historia, le valdrían una reputación internacional, y atrajeron a muchos discípulos.
Fue amigo del historiador y crítico de la escuela francesa de los Annales, Marcel Simon y del compositor Émile Goué.