Lockheed P-80/F-80 Shooting Star | ||
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Lockheed P-80A.
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Tipo | Caza | |
Fabricante | Lockheed | |
Diseñado por | Clarence "Kelly" Johnson | |
Primer vuelo | 8 de enero de 1944 | |
Introducido | Enero de 1945 | |
Retirado | 29 de enero de 1949 | |
Estado | Retirado | |
Usuario principal | Fuerza Aérea de los Estados Unidos | |
Otros usuarios destacados |
Armada de los Estados Unidos otros | |
N.º construidos | 1715 | |
Coste unitario | 110 000 US$ (en 1945)[1] | |
Variantes |
T-33 Shooting Star F-94 Starfire | |
El Lockheed P-80 Shooting Star fue el primer caza a reacción operativo de Estados Unidos, un diseño bastante convencional aparte del motor a reacción y el ala de flujo laminar. A finales de la Segunda Guerra Mundial, cuatro unidades estaban en Europa listas para el combate, pero no llegaron a realizar ninguna misión.
Diseñado y construido por Lockheed en 1943 y entregado solo 143 días desde el inicio del proceso de diseño, los modelos de producción volaban y dos modelos de preproducción tuvieron un servicio muy limitado en Italia justo antes del final de la Segunda Guerra Mundial. Diseñado con alas rectas, el tipo vio un extenso combate en Corea con la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) con la denominación F-80.
Fue el primer avión de combate propulsado por turborreactor exitoso de Estados Unidos, ayudó a marcar el comienzo de la "era del Jet" en la USAF, pero fue superado con la aparición del transónico MiG-15 de ala en flecha y fue rápidamente reemplazado en el papel de superioridad aérea por el transónico F-86 Sabre. El F-94 Starfire, un interceptor para todos los climas en el mismo fuselaje, también estuvo en servicio en la Guerra de Corea. El entrenador T-33 Shooting Star estrechamente relacionado permaneció en servicio con la Fuerza Aérea y la Marina de los EE. UU. hasta bien entrada la década de 1980, y la última variante NT-33 no se retiró hasta abril de 1997.
En 1939, el equipo de diseño de "Kelly" Johnson, en Burbank, California, propuso a las autoridades militares la construcción de un caza a reacción, el L-133, que resultaría anulado por la falta de una planta motriz y la indiferencia burocrática. Pero poco después, presionadas por las exigencias de guerra, las USAAF solicitaron a Johnson que produjese el nuevo diseño XP-80 (Model L-140) en 180 días. A pesar del optimismo con que el equipo comenzó su trabajo, nunca llegaron a sospechar que el producto de la inventiva de Kelly se convirtiese no sólo en el caza F-80, sino también en el T-33, el entrenador a reacción más difundido de Occidente y en el también formidable interceptador Lockheed F-94.
Adelantándose a las exigencias de las USAAF, el prototipo XP-80, pintado en verde espinaca y bautizado Lulu-Belle, estuvo dispuesto para su primer vuelo sólo 143 días después de comenzado el proyecto. Estaba propulsado por un turborreactor británico Halford H1 de 1360 kg de empuje, y el 8 de enero de 1944, con Milo Burcham a los mandos, se elevó por primera vez del suelo, pero los segundo y tercer prototipos XP-80A (Model L-141), así como el YP-80A de preserie, estuvieron dotados con el General Electric I-40 de 2980 kg de empuje.
A finales del conflicto, dos unidades se encontraban en Italia listas para el combate, otras dos habían llegado a Gran Bretaña, y no menos de 16 se hallaban ya en condiciones de vuelo. Pero los primeros accidentes del P-80 se llevaron las vidas del principal as estadounidense, el mayor Richard Bong, el 6 de agosto de 1945, mismo día del bombardeo atómico sobre Hiroshima, y la del piloto de pruebas Burcham, el 20 de octubre de 1944. No obstante, y a pesar de la intensa actividad del proyecto, la II Guerra Mundial acabó demasiado pronto para que el caza a reacción de Lockheed lograse entrar en combate.
No fue hasta la puesta a punto del extraordinario motor turborreactor J33, desarrollado con tecnología británica por General Electric, pero fabricado por Allison, cuando el Shooting Star encontró su verdadera dimensión.
Las versiones J33-A-11 de 1815 kg de empuje, J33-A-19 de 2360 kg y la J33-A-25 de 2450 kg propulsarían respectivamente a las variantes P-80A, P-80B y F-80C.
En los últimos años del decenio de los cuarenta, una docena de escuadrones operaban con el F-80 en Estados Unidos y Alaska. Diversos récords de velocidad y distancia habían demostrado la valía de la máquina.
El 22 de enero de 1946, el coronel William H. Council voló un P-80A de costa a costa en 4 horas y 13 minutos, a una velocidad media de 934,8 km/h y recorriendo una distancia de 3919,9 km entre Long Beach, California, y LaGuardia, en Nueva York. El 19 de junio de 1947, el coronel Albert Boyd voló el P-80R (Racer) desde el lago seco de Muroc, California, consiguiendo un nuevo récord mundial de velocidad a 1003,88 km/h.
Dos años después, el as de guerra coronel Davis Schilling comenzó los autotraslados masivos de cazas F-80 a través del Atlántico.
Este avión era un monoplano de ala baja, con el tren de aterrizaje en configuración de triciclo y una cabina con visibilidad en 360°. La versión P-80, con un ala mejorada, entró en servicio en enero de 1945, y apenas 45 aviones de esta variante habían sido entregados antes del final de la guerra. Los planes para una producción masiva de 5000 aviones fueron cancelados al final de la guerra, pero el desarrollo de versiones mejoradas elevó las unidades producidas por Lockheed a 5691.
La epopeya comenzó con la célula 48-356, un F-80 "alargado", conocido inicialmente como TF-80C y dotado con un fuselaje de mayor longitud (0,98 m más que la versión monoplaza) para permitir la instalación de un segundo asiento tras el del piloto.
Voló por vez primera el 22 de marzo de 1948, con el piloto de la compañía Tony LeVier a los mandos. Estaba propulsado por el ya familiar turborreactor Allison J33-A-35 de 2450 kg de empuje y equipado con depósitos de borde marginal de 870 l de capacidad, y comenzó enseguida a adquirir una excelente reputación y a ganarse el apodo de "T-bird".
La producción de este entrenador llegó a totalizar los 6557 ejemplares: a los 5691 construidos por Lockheed hay que añadir los 656 CL-30 Silver Star (T-33A) fabricados por Canadair, propulsados por reactores Rolls-Royce Nene, y los 210 de Kawasaki.
Como mínimo, 31 países utilizaron el T-33 en alguna ocasión, y puede decirse que una parte importante de los pilotos de reactores del mundo aprendieron a volar en él y que continúa siendo apreciado por una u otra razón.
Cuando el presidente Truman destacó fuerzas estadounidenses para combatir en Corea, el 25 de junio de 1950, los Shooting Star limpiaron rápidamente los cielos de la aviación enemiga, equipados inicialmente con obsoletos aparatos de hélice. Pero al intervenir China en el conflicto, los cazas a reacción MiG, aunque pilotados por inexpertos aviadores recién formados, demostraron que los días de gloria del caza de Lockheed ya habían pasado.
A pesar de ello, el primer combate aéreo entre reactores que registra la historia tuvo lugar el 8 de noviembre de 1950 y en su curso, el primer teniente Russell Brown, volando a bordo del F-80C 49-737, consiguió, según los partes oficiales estadounidenses, el primer derribo de un MiG-15. Durante el resto del conflicto, y bastante más, lógicamente, el F-80 fue dedicado a misiones secundarias de ataque al suelo y apoyo a la infantería.