La Psicología del deporte es una disciplina compleja que surge en la intersección de la psicología y las ciencias de la cultura física y el deporte. Esta integración la convierte en una disciplina única que requiere que sus profesionales interactúen en diferentes campos conceptuales, teóricos y metodológicos.
Para ejercer la psicología del deporte es esencial que los profesionales adquieran una capacitación previa y un lenguaje común para comunicarse eficazmente con especialistas de diversas ramas dentro del campo de la cultura física y el deporte. Esta interacción enriquece la comprensión de la complejidad del rendimiento deportivo y permite la implementación de intervenciones personalizadas que promueven el éxito y el bienestar en el ámbito deportivo.[1]
La Psicología del deporte tiene como objetivo comprender y mejorar el rendimiento, la salud mental y el bienestar de los atletas, entrenadores y otros profesionales del deporte. Su enfoque interdisciplinario permite abordar una amplia gama de temas, desde la motivación y la ansiedad hasta la recuperación de lesiones y el desarrollo de habilidades.[2]
Es una disciplina relativamente joven ya que el primer laboratorio de investigación dedicado al tema se abrió en 1925 y en 1965 se estableció la sociedad internacional de psicología del deporte. Para la década de 1970 la psicología del deporte se había introducido como un curso universitario ofrecido en instituciones educativas de América del Norte. En la década de 1980 la psicología del deporte se convirtió en objeto de un enfoque científico más riguroso, los investigadores comenzaron a explorar cómo se podría utilizar la psicología para mejorar el rendimiento deportivo, también analizaron cómo se podría utilizar el ejercicio para mejorar el estado de ánimo y reducir los niveles de estrés.[3]
En la historia de la Psicología del deporte se ha llevado a cabo a lo largo de estos últimos 100 año; donde se han desarrollado investigaciones tales cosas como:
Aunque es relativamente poca la literatura o información que hay al respecto sobre otros cuerpos de conocimiento, hay revisiones bibliográficas las cuales generalmente están delimitadas a distintas zonas geográficas específicas. Es por estos y otros motivos que es necesario tomar la historia de la psicología del deporte como un tema que encuentra ciertas limitaciones para considerarse un saber robusto o de unión.[4][5]
La psicología deportiva emplea una variedad de técnicas y enfoques para ayudar a los deportistas a maximizar su rendimiento y bienestar mental. Algunas de las técnicas más comunes en la psicología deportiva incluyen:
La combinación de estas técnicas puede variar según las necesidades individuales de cada atleta y el deporte específico en el que estén involucrados.[6]
El deporte infantil es una de las áreas con más demanda o con mayor fuerza de solicitud de un psicólogo, ya sea por parte del entrenador, padres, directores de las escuelas, asociaciones o clubes deportivos, el psicólogo profesional deberá incrementar sus propias herramientas y tener un conocimiento profundo de la psicología del niño y su metodología del entrenamiento en esta área, su asistencia debe ser alta en eficacia y eficiencia, ya que están las implicaciones éticas de trabajar con niños y es donde más necesitan su presencia. También es en esta área donde los entrenadores se suelen sentir más presionados debido a que por una parte se enfrentan a la compleja tarea de perfeccionar la niño que aun sigue en proceso de desarrollo físico y psicológico, en lo que se enfrentan a la presencia ya sea excesiva o nula de los padres, que resulta un elemento perturbador e incluso clave para la actuación de los hijos, además de instituciones u organizaciones deportivas que “acosan” al entrenador, ya sea imponiendo regla de comportamiento o actuación dañinas para el niño o creando situaciones o circunstancias que no propicien el adecuado desarrollo de la preparación y entrenamiento deportivo. la psicología en el deporte infantil importante por la resolución de conflictos como, el entrenador, padres, públicos y lo primordial del desarrollo social del niño.[7]
Reconocer cómo los esfuerzos que realizan los padres en cuanto a tiempo y dedicación en la práctica deportiva de sus hijos, resulta relevante ante la organización del deporte infantil . “Lo que durante décadas ha sido transmitido por la literatura científica, no parece tan evidente en el ámbito aplicado, donde la integración de la figura de los padres es muy escasa, incluso entendida como perjudicial en numerosas ocasiones. Desde hace ya 8 años, la LIGA BRAVE (Vega Baja del Río Segura, Alicante) persigue, a través de una competición en valores deportivos, que se desarrollen conductas deportivas en deportistas, padres y clubes de fútbol.” y es que no solo se trata del involucramiento de los padres en sí, sino también, la motivación que les dan o siembran en sus hijos y el papel que esta representa al momento de las prácticas.[8]Y es que no solo se trata del involucramiento de los padres en sí, sino también, la motivación que les dan o siembran en sus hijos y el papel que esta representa al momento de las prácticas.
Un estudio realizado con base a la Teoría de la autodeterminación, por los estudiantes de la Universidad Miguel Hernandez (UMH) mostró que los padres juegan un papel fundamental para el desarrollo de las conductas autodeterminadas en los hijos/as, además, se refleja la necesidad de satisfacción de las necesidades psicológicas básicas para la aparición de conductas autodeterminadas, siendo la necesidad psicológica básica de apoyo a la autonomía en la que más influencia parecen tener los padres para el fomento de la aparición de estas en los hijos.[9]