Un radomo, también conocido como rotódomo, es, en ingeniería de telecomunicación, el recubrimiento de una antena,[1] utilizado con el fin de protegerla, sin que ello afecte a sus propiedades electromagnéticas, siendo impoluto a las ondas de radio. Por ejemplo, en radares montados al exterior, en aviones, como en equipos estáticos, mejora y protege la instalación electromecánica y reduce el efecto del viento, lluvia, granizo, nieve, es decir, de los efectos ambientales.
Otra de las funciones del radomo es ocultar la antena de la vista o proteger a los operarios, en caso de que la antena gire a alta velocidad.
Los primeros radomos militares fueron montados en el fuselaje de los bombarderos Halifax a principios de la década de 1940.
En la aviación civil, un uso típico de los radomos incorporados a los aviones, por ejemplo, es el de proteger el radar meteorológico[2] basado en impulsos Doppler.[3]
El Sea-based X-band Radar (SBX-1) es un radar de barrido electrónico activo (AESA) montado en una plataforma naval[4][5] autopropulsada desarrollado por la Missile Defense Agency del Gobierno federal de los Estados Unidos. Tiene un gran radomo central y varios de menor tamaño montados alrededor de la plataforma.