Trigona spinipes | ||
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Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Arthropoda | |
Clase: | Insecta | |
Orden: | Hymenóptera | |
Familia: | Apidae | |
Subfamilia: | Apinae | |
Tribu: | Meliponini | |
Género: |
Trigona ( Fabricius , 1793) | |
Especie: | Trigona spinipes | |
Distribución | ||
Hábitat en Brasil, Paraguay y Argentina | ||
Sinonimia | ||
Trigona ruficrus Latreille, 1804 | ||
Trigona spinipes es una especie de abeja sin aguijón. Habita principalmente en Brasil , donde se llama arapuá, aripuá, irapuá, japurá o abelha-cachorro (perro-abeja), también en Paraguay y Argentina. El nombre de la especie significa «pies espinosos» en latín. Construye su nido en árboles (o en edificios y otras estructuras humanas) a partir de barro, resina, cera y escombros variados, incluido el estiércol. Por lo tanto, su miel no es apta para el consumo, a pesar de que tiene fama de ser de buena calidad en sí misma, y se usa en la medicina popular. Las colonias pueden tener de 5,000 a más de 100,000 obreras.
T. spinipes atacará en enjambres cuando sienta que el nido está amenazado. No pueden picar, y su mordisco no es muy efectivo. Su arma principal contra los animales depredadores, incluidos los seres humanos, es enredarse en el cabello de la víctima y zumbar ruidosamente. También penetrarán agresivamente las aberturas corporales humanas, como los orificios nasales y auditivos cuando estén en modo de ataque.
Utiliza rastros de olor, que a veces se extienden varios cientos de metros, para llevar a las compañeras de nido desde la colmena a una fuente de alimento. Además, puede rastrear las señales químicas utilizadas por otras especies de abejas (como las abejas carpinteras , las abejas africanas y otras abejas sin aguijón) con el mismo propósito, matándolas o alejándolas para hacerse cargo de su fuente de alimento.[1]
La abeja ha sido considerada una plaga agrícola para algunos cultivos, como el maracuyá, porque daña las hojas y las flores mientras recolecta los materiales para el nido y hace túneles a través de las flores sin abrir para recolectar el néctar (frustrando así sus polinizadores normales).[2] Por otro lado, son importantes polinizadores específicos de otras plantas, como las cebollas.[3]
Para el control orgánico del insecto suelen utilizarse plantaciones de ubajay, una mirtácea cuya flor le resulta tóxica.[4]