Boaventura de Sousa Santos | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
15 de noviembre de 1940 Coímbra (Portugal) | (83 años)|
Nacionalidad | Portuguesa | |
Familia | ||
Cónyuge | Maria Irene Ramalho | |
Educación | ||
Educado en | Facultad de Derecho de la Universidad de Coímbra | |
Información profesional | ||
Ocupación | Sociólogo, escritor, profesor, conferencista, filósofo y abogado | |
Empleador | ||
Sitio web | www.boaventuradesousasantos.pt y www.boaventurasantos.com | |
Distinciones |
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Boaventura de Sousa Santos (Coímbra, Portugal, 15 de noviembre de 1940) es doctor en Sociología del derecho por la Universidad de Yale y catedrático, ya jubilado, de Sociología en la Universidad de Coímbra.[1] Es director emérito del Centro de Estudios Sociales y del Centro de Documentación 25 de abril de esa misma universidad; además, profesor distinguido del Institute for Legal Studies de la Universidad de Wisconsin-Madison.[1]
Se le considera un intelectual con reconocimiento internacional en el área de ciencias sociales, popular en Brasil por su participación en varias ediciones del Foro Social Mundial.[2] Ha publicado trabajos sobre la globalización, sociología del derecho, epistemología, democracia y derechos humanos. Sus obras se tradujeron al español, inglés, italiano, francés, alemán, chino, coreano, danés, rumano y polaco.[3] El 25 de noviembre de 2019 se le otorgó el título de doctor honoris causa de la Universidad de Costa Rica.
En 2023 fue acusado de abuso sexual en el libro "Conducta sexual inapropiada en la academia" sobre acoso sexual. El Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra acepta la autosuspensión, pedida por Boaventura, de todos los cargos hasta que concluya el proceso de investigación. Los hechos denunciados corresponden a situaciones entre 2011 y 2019.[4][5]
Boaventura de Sousa Santos obtuvo su licenciatura en la Universidad de Coimbra en 1963, después de lo cual fue a Berlín para un curso de posgrado en jurisprudencia. Continuó para obtener un doctorado en sociología del derecho en la Universidad Yale a fines de los años sesenta. Mientras continuaba sus estudios, estuvo expuesto a la ideología política en los Estados Unidos de América de aquel entonces. En medio del Movimiento por los Derechos Civiles, la radicalización de los afroamericanos en el movimiento del Poder Negro, la resistencia a la Guerra de Vietnam y la primera huelga estudiantil en Yale. Santos tomó clases con John Niemeyer Findlay y participó en grupos de estudio para leer y comentar sobre Das Kapital.
Luego de doctorarse, el profesor Santos regresó a su ciudad natal de Coímbra, donde trabajó brevemente como profesor en la Facultad de Derecho. En 1978 fundó el Centro de Estudios Sociales[6] de la Universidad de Coímbra. A mediados de la década de 1980, comenzó a adoptar el papel de un investigador cuya comprensión del mundo se extendía más allá de la visión occidental del mundo. Por ello, ha participado en investigaciones en Brasil, Cabo Verde, Macao, Mozambique, Sudáfrica, Colombia, Bolivia, Ecuador y la India. Ha viajado mucho, impartiendo clases y conferencias, al tiempo que amplía su gama de experiencias de aprendizaje en el proceso.[7][8]
Defensor de la idea de que unos movimientos sociales y cívicos fuertes son esenciales para el control democrático de la sociedad y el establecimiento de formas de democracia participativa, fue inspirador y miembro fundador en 1996 de la Asociación Cívica Pro Urbe (Coímbra).[9]
También fue una de las fuerzas impulsoras detrás del Foro Social Mundial, cuyo espíritu considera esencial para sus estudios de globalización contrahegemónica y para promover la lucha por la justicia cognitiva global, un concepto subyacente de "Epistemologías del Sur".[10]
Su proyecto más reciente, ALICE: llevando a Europa a una nueva forma de compartir las experiencias del mundo (Leading Europe to a New Way of Sharing the World Experiences) está financiado por una Subvención Avanzada del Consejo Europeo de Investigación (ERC). El proyecto se inició en julio de 2011 y permitió reunir un equipo de jóvenes investigadores de diferentes países y antecedentes académicos comprometidos con el desarrollo colectivo de las líneas de investigación que surgieron de las premisas epistemológicas, teórico-analíticas y metodológicas de su trabajo. La idea principal que subyace a ALICE es crear un concepto descentralizado del sur antiimperial en el que África y Asia también encuentren su lugar en una conversación más amplia y más liberadora de la humanidad.[11][12][13]
Sus escritos se dedican al desarrollo de una Sociología de las Emergencias, que según él pretende valorizar las más variadas gamas de experiencias humanas, contraponiéndose a una "Sociología de las Ausencias", responsable del desperdicio de la experiencia. Es partidario de lo que llama una "descolonización del saber" y una "ecología del saber" contra el "pensamiento abismal" separado de las realidades concretas.[14] Una herencia contractualista bien marcada en sus obras y sus textos se entremezcla con una organización de contratos sociales que sean verdaderamente capaces de representar valores universales.[15][16]
A mediados de la década de 1980, comenzó a adoptar estructuralmente el papel de un investigador cuya comprensión del mundo se extendía más allá de la comprensión occidental del mundo. Boaventura de Sousa Santos cree en la importancia de los científicos sociales que luchan por la objetividad y no por la neutralidad.[17]
Su trayectoria reciente está marcada por la cercanía con los movimientos organizadores y participativos del Foro Social Mundial y por su participación coordinando la elaboración de una obra colectiva de investigación llamada: "Reinventar la Emancipación Social: Para Nuevos Manifiestos".
El profesor Sousa Santos ha estado involucrado en un auténtico proceso de descubrimiento del marxismo. Aunque reconoció los límites del marxismo, ha descrito más recientemente al marxismo como un "descubrimiento continuo". Mientras estuvo en Berlín, se vio inmerso en una comunidad universitaria que generó valores democráticos, aunque en el contexto de la Guerra Fría. Estar en Berlín también le permitió la experiencia del marcado contraste entre la influencia comunista en el este de Alemania y la ideología democrática liberal en Alemania occidental.[18]
Su tesis doctoral no solo ha sido considerada un hito en la Sociología del derecho, sino que también ha impactado mucho su vida. En 1970 viajó a Brasil para realizar trabajos de campo para su tesis doctoral, centrada en la organización social de la construcción de la legalidad paralela en las comunidades ilegales, las favelas o los asentamientos ilegales. Su trabajo de campo se basó en la observación participante, que duró varios meses, en un barrio pobre de Río de Janeiro donde experimentó de primera mano la lucha de los excluidos contra la opresión, y donde aprendió de la sabiduría de hombres y mujeres que luchan por la subsistencia y por el reconocimiento de su dignidad.[3]
Este proyecto se continúa a lo largo de su carrera, en libros como Sociología jurídica crítica: para un nuevo sentido común en el derecho (2009)[19] y, más recientemente, Las bifurcaciones del orden: Revolución, ciudad, campo e indignación (2018),[20] entre otros.
En 2023, el sociólogo Boaventura de Sousa Santos, de 82 años, director emérito del Centro de Estudos Sociais (CES), una unidad de investigación en sociología perteneciente a la Universidad de Coimbra, fue implicado en un artículo por sospecha de acoso sexual y moral. Los presuntos casos fueron denunciados en una publicación de tres exinvestigadoras del Centro de Estudios Sociales (CES). Las investigadoras Lieselotte Viaene, Catarina Laranjeiro y Miye Nadya Tom -una belga, una portuguesa y una norteamericana- son las autoras del artículo donde, a pesar de no revelar nombres, se investiga el caso que tuvo como figura central al “Profesor Estrela” (Profesor Estrella), la cual comenzó a relacionarse con Boaventura de Sousa Santos, fundador y ex director hasta 2019 del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra. En el artículo “Las paredes hablaron cuando nadie más lo haría”, que forma parte del libro “Conducta sexual inapropiada en la academia”,[21] las tres investigadoras señalan tres figuras centrales: el “Profesor Estrela”, el “ Aprendiz” y un “Observador”.[22]
Según la interpretación que se ha realizado del artículo, Boaventura de Sousa Santos tendría el nombre en clave de “Profesor Estrela” y el profesor y co-coordinador de un programa de doctorado, Bruno Sena Martins, es llamado el “Aprendiz”.
Contactado por Diário de Notícias, Boaventura de Sousa Santos se reconoció en la descripción de las exalumnas, pero negó todas las acusaciones de mala conducta y afirmó que está siendo víctima. Según el académico, nunca conoció a dos de las coautoras, Catarina Laranjeiro y Miye Nadya Tom. Sousa Santos dijo reconocer a la autora principal, Lieselotte Viaene (antropóloga belga con un doctorado en derecho de la Universidad de Gante, 2011; profesora del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Carlos III de Madrid cuyo primer título académico fue en criminología), de dos sesiones, parte de un proceso disciplinario iniciado por el Director Ejecutivo del CES mientras se encontraba allí. Este proceso disciplinario no fue concluido, pues el contrato de Liselotte llegó al final de 2018 y CES decidió no renovarlo, una medida totalmente excepcional. Con ello, el proceso disciplinario perdió sentido. Cuando ella solicitó presentar un proyecto al European Resarch council a través del CES, éste lo rehusó debido a su comportamiento irregular. Sousa Santos señala este caso como la principal motivación de las acusaciones, calificándolas como un “despreciable acto de venganza institucional y personal”, afirmando que presentará una denuncia penal por difamación contra las tres autores del artículo.[23]
Además, ha habido algunas personas dentro de la Academia que han criticado el procedimiento del propio artículo. Un ejemplo es el de las profesoras de la Universidad de Sevilla y de la Pablo Olavide, Ángeles Castaño y Elodia Hernández, también impulsoras de la Red Ibérica de las Epistemologías del Sur, que elaboran un artículo de opinión en abril en el que cuestionan las acusaciones existentes[24] y califican el texto de no cumplir ninguna metodología etnográfica, describiendo la justificación metodológica como una farsa y concluyendo que tales acusaciones solo ayudan a deshumanizar la Academia.
Otro ejemplo es el del economista ecuatoriano y Doctor en Economía por la Universidad Grenoble-Alpes, Pablo Dávalos, que cuestiona el análisis de las tres autoras en un artículo de opinión titulado "El caso de Boaventura de Souza Santos: una vindicta pública que necesita ser deconstruida".[25]
O el artículo de Daniel Nina[26], Doctor en Filosofía en Derecho y Teoría Social, Master en Derecho Internacional y Comparado y Profesor de las universidades de Puerto Rico Aguadilla o de la Universidad Privada de Santa Cruz de Bolivia, en el que describe la acusaciones recibidas por el profesor Boaventura de Sousa Santos como un ejemplo de "lawfare", y la califica como una "acusación infundada" con un único efecto: "invisibilizar la voz, presencia e intelecto de Boaventura de Sousa Santos".
Por su parte, la editorial Routledge suspende la venta del libro "Conducta sexual inapropiada en la academia" en julio de 2023[27], manifestando en su página web lo siguiente: "Este contenido no está disponible temporalmente ya que está en revisión”. De este hecho se hace eco también el diario Público en su artículo Disse “científico”?![28], escrito por Graça Capinha. En septiembre de 2023, el capítulo de los tres autores fue suprimido definitivamente por Routledge,[29] que hizo retirar todos los libros que aún no se habían vendido.[30]
Tras las declaraciones anteriores, la diputada brasileña Bella Gonçalves, exalumna del centro de investigación CES, denunció haber sufrido acoso sexual por parte de Boaventura durante su doctorado en Portugal de 2013 a 2014 cuando ella tenía 26 años.[31] Después de regresar a Brasil, dice la exalumna, recibió un correo electrónico de Boaventura de Sousa Santos, en el que el profesor se disculpó por su comportamiento, excusándose diciendo que se había enamorado de ella.
La activista de izquierda indígena argentina Moira Ivana Millán ya había contado en un programa de radio argentino sobre un episodio de acoso al que fue sometida en Coimbra, Portugal, en 2010, por parte del sociólogo Boaventura de Sousa Santos, acusándolo de conductas morales y sexuales. En junio de 2022, durante un encuentro de mujeres indígenas en México, también habló sobre la agresión sexual de Boaventura de Sousa Santos. Moira Ivana Millán dijo que le aconsejaron no hablar del tema para no parecer que estaba jugando "el juego de la derecha".[32]
Ante estas acusaciones, Boaventura de Sousa Santos divulgó una serie de pruebas incluyendo correos electrónicos con Moira Millán[33] en forma de desmentido en el que niega las acusaciones y expresa su versión de los hechos, poniéndose a disposición de cualquier investigación que se desee abrir e instando en varias ocasiones a que se cree la comisión que esclarezca los hechos cuanto antes.[34]
En abril de 2023, Boaventura decide auto suspender sus funciones[35] en el CES para facilitar las investigaciones. Además, en julio de 2024, se puso a disposición del Ministerio Público[36] portugués para solicitarle que le constituya como investigado y así poder demostrar su inocencia ante un órgano judicial. El diario digital español Público comunicó al equipo del profesor que deja en suspenso su colaboración con él.
Por otro lado, más de 80 personalidades de reputado prestigio, investigadores/as, docentes y personas del mundo académico, como el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, firmaron un manifiesto de apoyo y defensa de Boaventura de Sousa Santos[37], quien, según expresan, "está sufriendo una campaña de desprestigio basada en acusaciones no demostradas".
Además, de Sousa escribe un artículo de opinión[38] que publican distintos medios en el que muestra una autocrítica al respecto de los acontecimientos que se describen en las acusaciones, poniendo en valor su constante lucha por la igualdad a lo largo de su trayectoria y manifestando nuevamente su disposición a que se abra cualquier investigación que permita esclarecer los hechos.
Por su parte, Luis Nassif, periodista brasileño, analiza el caso y expresa su apoyo también a Boaventura de Sousa Santos en su artículo "Boaventura e os justiceiros da legalidade".[39]