La superficie del término es montañosa. Las alturas principales se encuentran en la sierra del Magallón, al sureste, donde se superan los 1300 metros. Cruza el término de norte a sur el río Turia, al que afluye el barranco de la Umbría. La altitud oscila entre los 1390 metros al sureste y los 690 metros a orillas del río Turia. El pueblo se alza a 714 metros sobre el nivel del mar.
El clima es clima continental y los vientos dominantes son los del norte, este y suroeste; este último trae las lluvias, generalmente entre el otoño y la primavera, con heladas en enero.
Integrado en el sector meridional del Rincón de Ademuz, se sitúa a 133 kilómetros de Valencia. El término municipal está atravesado por la carretera N-330 en los pK 258 y 260, así como por la antigua carretera, hoy renombrada N-330a, que une Santa Cruz de Moya con Ademuz.
Desde Valencia se accede a esta población a través de la CV-35 para enlazar con la N-330.
Su primitivo nombre fue Casas del Río Altas, siendo aldea dependiente de Ademuz hasta 1845, en que se declaró municipio independiente.
Referente a la constitución de Casas Altas como pueblo independiente de Ademuz y su delimitación municipal, se ha conservado el documento denominado «Deslinde del término de Casas-altas, con la Villa de Ademuz» (1845), donde se refleja el acuerdo tomado en Vallanca el 22 de noviembre de 1844 por los jueces árbitros —don Joaquín Pérez y don Baltasar Adalid— nombrados para dicho fin por Ademuz y Casas Altas respectivamente, ante don Ignacio Clemente, juez comisionado para estos autos.[2]
Basada tradicionalmente en la agricultura. Predominan los cultivos de secano: centeno, maíz, trigo, cebada y vid. En el regadío hay cereales, hortalizas, patatas, remolachas, perales y manzanos. En cuanto a la ganadería, la dominante es la lanar.
Iglesia parroquial de la Santísima Trinidad-, construcción basada en dos cuerpos de iglesia y torre-campanario, situada en el centro de la población. Su peculiaridad se halla en los elementos que la forman, sugiriendo que la primitiva edificación debió ser una pequeña ermita de planta rectangular con espadaña de dos ojos para las campanas, paredes de mampostería y sillería en los esquinares, sujetando una techumbre de tejaárabe a dos aguas (1615). A la cabecera del antiguo ermitorio fundacional debió añadirse posteriormente otro mayor de similares características y planta cuadrangular, con espadaña de un ojo y cobertura a dos aguas (1837). El campanario, de fecha inmediatamente posterior, se halla a la cabecera del templo, lado del evangelio, comunicándose con la nave principal mediante un recinto intermedio que sirve de sacristía.[5]
Siete dolores de María Santísima y el lugar del Calvario con el Vía Crucis local, todo ello basado en pilares de ladrillo con hornacinas donde lucen bellas cerámicas, conjunto arquitectónico ubicado frente a la población, en la vertiente oriental del Pinar.[6]
Escuelas Nacionales, edificios de los años cincuenta-sesenta del siglo XX que hoy sirven a otros fines.
Lavaderos públicos: Lavadero del Molino y Lavadero de la Poza -ambos del siglo XX-: el primero data de los años treinta y el segundo de los años cincuenta (1953).[7]
Fiestas patronales en honor a la Santísima Trinidad y a la Virgen del Amor Hermoso: se celebran a finales de mayo o principios de junio, su fecha es variable pues la Santísima Trinidad se celebra el octavo domingo después del Domingo de Resurrección.
Sin embargo, entre las fiestas populares de significación pagana destaca la Plantada del Chopo, una arraigada costumbre antaño existente en casi todos los pueblos del Rincón de Ademuz que todavía persiste en algunos como Casas Altas y Castielfabib.[8] Su enigmática simbología y el origen histórico resultan difíciles de interpretar; sin embargo, las causas del decaimiento de la fiesta en la comarca deben buscarse en el vaciamiento de gente joven que han padecido estos pueblos y en la transformación de la sociedad rural tradicional.
Referencias a dicha fiesta, con múltiples variantes, hay en todos los países del entorno mediterráneo aunque también pueden hallarse en sociedades y culturas tan alejadas como Escocia o Japón. No en vano ha sido considerada como una fiesta tribal de aprendizaje e iniciación, durante la cual tiene lugar una ceremonia, mediante la que -individual o colectivamente- se accede alegóricamente al saber común del grupo. Con el nuevo estatus, el iniciado se halla en posesión de responsabilidades sociales (grupales) que hasta entonces no tenía. De la misma forma, por su peculiar simbología fálica, también podría clasificarse el evento como una rudimentaria celebración pagana de la fertilidad tan característica de las sociedades agrarias en la estación primaveral. Precisamente, los principales protagonistas de la fiesta son los hombres jóvenes, en especial los mozos (quintos) que cada año iban a realizar el servicio militar obligatorio. El otro indiscutible protagonista de la celebración es el chopo (Populus nigra) o mejor los álamos blancos (Populus alba L.), árboles de rápido crecimiento muy frecuentes en las riberas del Turia, Bohílgues y Ebrón. Obviamente, la forma del árbol evoca la pretendida simbología fálica (relacionada con el órgano sexual masculino, la cópula y reproducción de los mamíferos).
En las sociedades rurales, tan inequívoca simbolización debe hacerse extensiva a la fertilidad de los campos como ofrenda a las deidades de la naturaleza, invocando una buena cosecha y la pervivencia del grupo. Precisamente, la "plantada del chopo" debe incluirse entre las celebraciones con árbol festivo "de primavera" (Pascua florida), emparentándose con otras festividades donde se utiliza el elemento vegetal (enramadas de mayo, Corpus Christi, Cruces de mayo, etc.), junto con los árboles de Navidad y mayos invernales (hogueras de san Antón), oportunamente denominadas "de invierno".
Trascendiendo las peculiaridades de cada lugar, el proceso de plantar el chopo puede sistematizarse en cinco etapas sucesivas: 1) Selección y tala, 2) Desmoche y limpieza, 3) Arrastre y subida y 4) Plante y erección.
Antes del izado del árbol, no debe olvidarse el atado de unas ramas de pino que se amarran a la puntera a modo de ornamento, ya que por esta época los chopos aún no tienen hoja en la zona. En otros lugares conservan las propias ramas del árbol como adorno, pero sin dejar de colocar el regalo de la cucaña (conejo, pollo u objeto de valor) que, una vez plantado, los mozos intentarán coger trepando por la caña desnuda y jabonosa del chopo.
Singularmente, el árbol plantado en las plazas de los pueblos presidía la celebración festiva (bailes, danzas...) y religiosa; pues el árbol es uno de los elementos que el cristianismo asoció a la cruz de Cristo, hasta el punto de heredar sus místicas simbolizaciones.
Resulta esperanzador comprobar la pervivencia de semejantes costumbres, muestra de que en los pueblos rinconademucenses (Ademuz, Casas Altas, Casas Bajas, Castielfabib, Puebla de San Miguel, Torrebaja y Vallanca) todavía quedan principios ancestrales que entroncan con los predecesores en este paisaje. Contra todo pronóstico, sin embargo, conviene favorecer el conocimiento y la continuación de la fiesta, recopilando información e investigando sobre la misma.
Otra de sus tradiciones que ocurren durante el mes de agosto es la coronación de la reina de las fiestas. El primer día de fiestas se realiza la concentración de peñas en el pabellón municipal para dar la bienvenida a la reina y sus damas de honor. Al día siguiente, la reina y sus damas asisten a la misa de la Virgen y hacen una ofrenda en la plaza después de la procesión.
Estas fiestas tienen lugar entre el 11 y el 14 de agosto y finalizan con la tirada del chopo; durante las fiestas hay también competiciones lúdicas y deportivas, verbenas y actuaciones folklóricas.
Paco Candel (Casas Altas, Rincón de Ademuz, Valencia, 31 de mayo de 1925 - Barcelona, 23 de noviembre de 2007) fue un escritor, político y periodista español.[9]-[10]-[11]-[12]
Fuente Bellido. El paraje tiene una superficie de 1 000 565 hectáreas y posee destacados valores naturales y patrimoniales, motivo por el que fue declarado espacio protegido por acuerdo del Consell de la Generalidad Valenciana, el 13 de julio de 2007.[13]-[14]
↑Secretaría General Técnica, Ministerio de Administraciones Públicas (2008). Variaciones de los Municipios de España desde 1842 (1.ª edición). Madrid: Gobierno de España. Consultado el 25 de junio de 2024.
↑Diari Oficial de la Comunitat Valenciana, Consellería de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda: Acuerdo de 13 de julio de 2007, del Consell, por el que se declara Paraje Natural Municipal el enclave denominado Fuente Bellido, en el término municipal de Casas Altas
Eslava Blasco, R.: Una mirada al patrimonio (Vol. I): “El Rincón de Ademuz”. pp. 50–79. ISBN 978-84-7795-757-7. Valencia, 2016. En La Diputació Provincial de València i el patrimoni cultural. Quinze anys d’història (1999-2014). Edición de la Diputación de Valencia y la Cátedra UNESCO Forum Universidad y Patrimonio de la Universidad Politécnica de Valencia. Dos volúmenes. Valencia, 2016. ISBN 978-84-7795-756-0
Gargallo Gil, J. E.: Habla y cultura popular en el Rincón de Ademuz. Madrid, 2004.
Montesinos, J. y Poyato, C. (Ed.): Actas del Primer Simposio de La Cruz de los Tres Reinos. Espacio y tiempo en un territorio de frontera. Simposio Interregional Interuniversitario, celebrado en Ademuz el 25, 26 y 27 de julio de 2008. Edición de la Universitat de València y de la Universidad de Castilla-La Mancha. Cuenca, 2011. ISBN 978-84-8427-773-6.
Sánchez Garzón, Alfredo (2007-I). «La plantada del chopo en Casas Altas». Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz (I): En el VIIIº Centenario de la Conquista Cristiana (1210-2010). Alfredo Sánchez Garzón. ISBN84-931563-4-5.
Sánchez Garzón, Alfredo (2022-I). «Francisco Candel Tortajada (1925-2007)». En autopublicación Kindle Direct Publishing (Amazon), ed. Desde el Rincón de Ademuz (I) (segunda edición). pp. 229-233. ISBN979-8819164549.