Fundación Educativa James Randi | ||
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Acrónimo | FEJR | |
Tipo | OSFL | |
Industria | educación | |
Forma legal | organización sin fines de lucro | |
Fundación | 1996 | |
Fundador | James Randi | |
Sede central | Estados Unidos | |
Área de operación | educación | |
Asociados | James Randi | |
Coordenadas | 26°06′28″N 80°08′27″O / 26.107883, -80.140859 | |
Sitio web | Fundación Educativa James Randi | |
La Fundación Educativa James Randi o FEJR (en inglés James Randi Educational Foundation, JREF) es una organización no lucrativa fundada en 1996 por el mago y escéptico James Randi. La misión de la FEJR abarca la educación del público y de los medios de comunicación frente a los peligros de aceptar afirmaciones no probadas, y apoyar la investigación de supuestos fenómenos paranormales en condiciones experimentales controladas científicamente.
La organización ofrece un premio de un millón de dólares a quien pueda demostrar poseer alguna habilidad sobrenatural bajo condiciones científicas previamente acordadas. La FEJR también mantiene un fondo económico para asistir a personas que sean atacadas como resultado de sus investigaciones y críticas sobre personas con reivindicaciones paranormales.
Los fondos de la organización provienen de las contribuciones de sus miembros, licencias, ventas de libros y vídeos, y conferencias. La FEJR publicaba cada viernes en su página web un comentario escrito con el título Swift: Online Newsletter of the JREF, en el que se incluyen las noticias e información más reciente de la organización; actualmente el sitio ha sido reformulado para publicar los artículos en formato de blog, con autores diversos, no limitándose a comentarios de Randi.
A partir de agosto de 2008, la dirección de la FEJR se encuentra a cargo de Phil Plait.[1]
James Randi fue desafiado en 1964 por un médium a 'respaldar con dinero sus palabras'. Randi ofreció 1.000 dólares a la primera persona que pudiese ofrecer una prueba objetiva de actividad paranormal. Más adelante elevó su oferta a 10.000 dólares. Desde entonces, la cuantía del premio ha crecido hasta 1.000.000 $, y las reglas del desafío han adquirido un carácter más oficial y legal. Hasta la fecha se han recibido más de 1000 solicitudes para someterse al desafío, pero ninguna de ellas ha pasado siquiera un test preliminar, que es siempre acordado entre James Randi y el solicitante.
En las condiciones y reglas por las cuales se rige el desafío de un millón de dólares, James Randi simplemente establece que ambas partes (él mismo y el solicitante) deben acordar por anticipado qué condiciones finales se consideran como "éxito" y cuáles como "fracaso". Randi rechaza toda prueba planteada por los solicitantes que suponga un riesgo para ellos de sufrir daños severos o incluso la muerte.[2]
Desde el 1 de abril de 2007, sólo se admiten solicitantes con una cierta reputación mediática y un cierto nivel de educación académica.[3] Los recursos económicos ahorrados al rechazar pruebas con personajes poco conocidos o incluso mentalmente enfermos con supuestos poderes paranormales se usarán para desafiar con una campaña en los medios de comunicación a conocidos personajes de "alto nivel" dentro del mundo de lo paranormal, como Sylvia Browne y John Edward.[3]
Dennis Rawlins afirma que el desafío no es sincero, y que Randi siempre se asegurará de no tener que pagar. En el número de octubre de 1981 de la revista Fate, Rawlins afirmó que Randi había dicho que "siempre tengo una salida asegurada".[4] Victor Zammit interpretó estas palabras en el sentido de que Randi nunca permitiría que su organización perdiese semejante desafío.[5]
Otras personas, observando que el artículo de Fate había surgido a raíz de ciertas disputas políticas entre los miembros del Comité para la Investigación Científica de afirmaciones de lo Paranormal (CSICOP), consideraron que la cita de Randi había sido malinterpretada, y que se refería a que Randi emplea métodos de seguridad contra los fraudes. El mismo Randi afirmó posteriormente que Rawlins no había respetado la cita original en su totalidad, que era "En lo relativo al Desafío, siempre tengo una salida asegurada: ¡Llevo la razón!",[6] lo que le da un significado completamente diferente. Randi asegura que la frase "siempre tengo una salida asegurada" se refiere al hecho de que no permite a los desafiantes hacer trampas,[7] aunque otras personas la han interpretado en el sentido de que Randi consideraría que las posibilidades de tener que pagar el premio son cero, debido a su asunción a priori de que los llamados "fenómenos paranormales" no existen.
En el programa de televisión Larry King Live emitido el 6 de marzo de 2001, Larry King preguntó a la conocida médium Sylvia Browne si estaría dispuesta a aceptar el desafío, y ella aceptó.[8] Randi apareció con Browne en el mismo programa el 3 de septiembre de 2001, y ella de nuevo aceptó el desafío.[9] Sin embargo Browne siempre ha rechazado someterse al desafío desde entonces, y Randi muestra un reloj en su página web que muestra el tiempo transcurrido desde que Sylvia Browne aceptó el desafío hasta hoy, sin defender sus palabras con hechos. (Sylvia Browne falleció el 20 de noviembre de 2013, 11 años antes de lo que ella misma predijo).
En una nueva aparición en el mismo programa, el 26 de enero de 2007, James Randi retó a Rosemary Altea a someterse a su desafío. Altea rechazó incluso responder a la pregunta de si aceptaría el desafío o no. Algo similar había ocurrido ya el 5 de junio de 2001 en el mismo programa, cuando Altea y Randi también comparecieron juntos, y la primera rechazó la cuestión. Altea, en cambio, replicó "Estoy de acuerdo en lo que él dice, que hay muchas, muchas personas que afirman ser médiums, que afirman hablar con los muertos. Hay mucha gente así, todos lo sabemos. Hay tramposos y charlatanes en todas partes."[10]
Recientemente Randi ha desafiado a David R. Hawkins a ganar el premio con su "técnica de presión de brazo" (kinesiología aplicada), sugiriendo que sólo costaría media hora de trabajo simple, con el convencimiento de que Hawkins no haría el menor intento de pasar el desafío por razones "obvias".[11]
Cuando le preguntan qué sucede si el millón de dólares es ganado, él responde que los pagaría felizmente, que sería el inicio de toda una nueva área de estudio para la ciencia.[cita requerida]
Randi señala que las reglas oficiales del Desafío estipulan que el participante debe quedar satisfecho con las condiciones y criterios (establecidos con anterioridad de común acuerdo) del test; si el participante afirma poder hacer algo que no se puede comprobar de ninguna manera, entonces el test sencillamente es imposible. Muchos participantes rechazan incluso la hipótesis de no pasar el test, pero todos ellos "encuentran" siempre a posteriori sutiles influencias ambientales que serían la causa de su fracaso, incluso a pesar de haber afirmado antes del test que todo estaba bien. Esta es una de las razones, por ejemplo, de que Randi someta a los zahoríes a un test de control, en el que cada zahorí debe intentar localizar la sustancia u objeto buscado usando su habilidad, aunque la localización del mismo es revelada al participante con anterioridad. Los zahoríes son informados de que una proporción de éxitos inferior al 100% en el test de control supone la descalificación automática.
En la mayoría de los casos el zahorí alcanzará rápidamente una puntuación perfecta, centrando su péndulo u horquilla sobre el objetivo prefijado. El zahorí confirma entonces que las condiciones son adecuadas para el test, tal como el test de control ha demostrado. A continuación se desarrolla un test prácticamente idéntico, con las únicas diferencias de que la localización del objetivo no es comunicada de antemano al zahorí, y que no se aplica la exigencia de un 100% de aciertos para no ser descalificado. En este segundo test, los zahoríes nunca han mostrado mejores resultados que los que se esperarían por puro azar. Algunos participantes han afirmado a posteriori que la amenaza de descalificación era el principal factor de éxito en el test previo. Según Randi, pocos participantes han considerado seriamente que su fracaso se pueda deber a la inexistencia del poder que creen tener.
Las conversaciones entre la FEJR y los participantes del Desafío solían ser hechas públicas en Internet [2]. Tras la dimisión de Kramer, asistente de Randi, estas publicaciones han cesado.
Otra objeción presentada por los críticos del Desafío es que las reglas prohíben los jueces independientes, de forma que el éxito o fracaso del test depende de si Randi acepta dicho éxito o fracaso (si bien la octava Regla determina que una persona independiente recibe un cheque de 10.000 dólares de Randi, que debe ser entregado inmediatamente al participante que tenga éxito en el Desafío, y que deberá ser seguido en menos de diez días del pago de la cantidad total del premio). Randi y otras personas refutan este argumento afirmando que un juez es innecesario: o se alcanzan los criterios establecidos de antemano por las dos partes, o no.
Los críticos afirman que tal grado de control de los resultados del desafío por parte de Randi puede ser suficiente para impedir que un candidato serio acepte participar. Los partidarios de Randi señalan que no existe la menor evidencia de tal problema, dado que los participantes en el Desafío es el que determina el resultado del test. Randi añade que no sólo no participa en forma alguna en la ejecución del test, sino que está dispuesto a viajar a algún lugar alejado de la localización donde se realiza el test (en caso de que existan dudas sobre "energías escépticas" que puedan interferir con el test). La presencia de otras personas en el test, sean técnicos o críticos, se somete (como todos los demás aspectos) a la aprobación del participante.
A continuación se resumen algunas de las objeciones planteadas al Desafío:
A partir de marzo de 2007, la FEJR ha anunciado varios planes para cambiar el procedimiento de examen con los objetivos de simplificar el proceso y centrarlo en personalidades de lo paranormal. La Fundación requiere ahora de los candidatos un perfil mediático notable y el apoyo de algún miembro de la comunidad académica antes de discutir el Desafío con ellos. La Fundación también afirma que estas cualificaciones están al alcance de cualquiera que pueda ganar alguno de los desafíos escépticos regionales de menor entidad. Nulo
Randi y sus asociados ofrecen dos razones para este cambio:
Algunos de los premios se listan en el Diccionario del escéptico.
El programa televisivo Exploring Psychic Powers Live! ("¡Explorando los poderes psíquicos en directo!" en inglés) se emitió en vivo el 7 de junio de 1989. En el programa, Randi examinó a varias personas que afirmaban poseer poderes paranormales. El programa ofrecía 100.000 dólares (los 10.000 de Randi más 90.000 dólares ofrecidos por la emisora Lexington Broadcasting) a cualquiera que pudiese demostrar poseer auténticos poderes paranormales.
El programa constituyó un buen ejemplo de cómo los candidatos y Randi acordaban los protocolos del desafío y mostraba por qué no se requería un "juicio" independiente.
Desde 2003, la FEJR organiza anualmente el llamado The Amaz!ng Meeting (TAM) (equivalente a "La reun!ón asombrosa" en español), una reunión de personas escépticas con notables oradores de la comunidad escéptica. Entre otros oradores perpetuos se cuenta con Christopher Hitchens, Penn & Teller, Phil Plait, Michael Shermer y Julia Sweeney. Richard Dawkins y Joe Nickell comparecieron en el TAM 3, en 2005. En TAM 4, en 2006, estuvieron presentes la presidenta de la Unión Americana por las Libertades Civiles, Nadine Strossen, la científica planetaria Carolyn Porco del programa Voyager, los populares Cazadores de mitos, el autor del Diccionario escéptico, Robert Todd Carroll, y el premio Nobel Murray Gell-Mann.
TAM 2007, desarrollada del 18 al 21 de enero del mismo año, incluyó a los habituales Michael Shermer, Penn & Teller, Christopher Hitchens, Richard Wiseman, el cazador de mitos Adam Savage, y a Phil Plait. Otros presentadores fueron Eugenie Scott, Peter Sagal, Neil Gershenfeld, Nick Gillespie, John Rennie, Lori Lipman Brown, y Margaret Downey.
La FEJR está afiliada al podcast The Skeptics' Guide to the Universe (La guía escéptica del universo, en inglés), en el que James Randi tiene una sección semanal de opinión.