La muerte y la doncella | ||
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Autor | Ariel Dorfman nació en Buenos Aires, Argentina en 1942. Vivira en EEUU hasta 1954, año en que se radicaria en Chile. | |
Año | 1990 | |
Género | Drama | |
Actos | tres | |
Publicación | ||
Año de publicación | 1992 | |
Ubicación | Santiago | |
Editorial | La Flor | |
Idioma | Español | |
Puesta en escena | ||
Lugar de estreno | Teatro de la Esquina (Santiago de Chile) | |
Fecha de estreno | 1991 | |
Director | Anita Reeves | |
Producción | ||
Premios
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La muerte y la doncella es una obra de teatro del escritor nacido en Argentina, Ariel Dorfman escrita en 1990,[1] estrenada al año siguiente, el primero de marzo en el Teatro de la Esquina, Santiago, y publicada por primera vez en Buenos Aires, por Ediciones La Flor, en 1992.[2] Según el autor, su tema central es «la cruda y dolorosa transición chilena a la democracia».[3]
Es la obra chilena más representada en el mundo.[4]
Durante la existencia de un régimen opresivo, Paulina Salas ha sido torturada y violada por sus captores. A pesar del trauma, no delata a su novio Gerardo Escobar, que participa activamente como insurgente al régimen, siendo editor de un diario clandestino. Más tarde contraerán matrimonio y se asentarán en la costa.
Un día Gerardo tiene problemas con uno de los neumáticos de su automóvil y es llevado a casa por un hombre desconocido, Roberto Miranda. Una vez en casa, Paulina reconoce la voz del desconocido como la de su torturador. Deberá confiar en su oído, porque en las torturas llevaba los ojos vendados, y en evidencias descubiertas en el momento para hacerlo confesar y al mismo tiempo convencer a su incrédulo esposo.
El torturador de Paulina escuchaba el cuarteto de cuerda La muerte y la doncella de Franz Schubert durante los abusos; de ahí el título y la recurrente aparición de esta pieza durante toda la obra.
Gerardo no está convencido de la culpabilidad de Miranda y trata de actuar como abogado defensor para complacer la insensatez de su esposa, quien cree culpable al médico más allá de toda duda razonable. Finalmente, Gerardo le escribe una confesión a Miranda, no tanto para encontrar culpable al médico, sino para liberar a su esposa de sus demonios. Paulina graba la confesión, hace que la firme el médico y mientras Gerardo sale a preparar el auto de Miranda para su inminente liberación, la mujer reafirma una vez más su certeza sobre la identidad del torturador. Paulina admite que alteró intencionalmente pequeños detalles de su historia cuando se la compartió a Gerardo, y que Roberto corrigió esos detalles en su propia confesión. Aunque Roberto se declara inocente, ella se prepara para ejecutarlo. De repente, el espectáculo avanza en el tiempo y se ve a Paulina y Gerardo asistiendo a un concierto. Se desconoce si Paulina finalmente mató o no a Roberto. Cuando la orquesta del concierto comienza a tocar "La muerte y la doncella" de Schubert, Paulina ve a Roberto al otro lado de la sala con una luz "fantasmal", y el público se pregunta si realmente está allí o solo lo ve como un mero producto de la imaginación de Paulina.
Premio Laurence Olivier 1992 en la categoría mejor nueva obra.[7]
Fue llevada al cine en 1994 por Roman Polański con las actuaciones de Sigourney Weaver, Ben Kingsley y Stuart Wilson.[8]
Una ópera basada en la obra de teatro fue compuesta por Jonas Forssell con libreto de Ariel Dorfman. El estreno mundial se llevó a cabo en la Ópera de Malmö (Suecia) el 20 de septiembre de 2008.