Oskar Panizza | ||
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Leopold Hermann Oskar Panizza | |
Nacimiento |
12 de noviembre de 1853 Bad Kissingen (Alemania) | |
Fallecimiento |
28 de septiembre de 1921 o 30 de septiembre de 1921 Bayreuth (Alemania) | |
Sepultura | Bayreuth | |
Nacionalidad | Alemana | |
Religión | Catolicismo | |
Educación | ||
Educación | doctorado | |
Educado en | Universidad de Múnich | |
Información profesional | ||
Ocupación | Poeta, médico-escritor, psiquiatra y dramaturgo | |
Firma | ||
Leopold Hermann Oskar Panizza (Bad Kissingen, 12 de noviembre de 1853-Bayreuth, 28 de septiembre de 1921) fue un médico y escritor alemán.
Nace el 12 de noviembre de 1853 en Bad Kissingen, Alemania.
En 1876 comenzó los estudios de Medicina en Múnich, terminándolos en 1880. Durante un viaje al norte de Italia a principios de 1878, residió en Nápoles, descubriendo a la vuelta del mismo estar enfermo de sífilis.[1][2] A partir de 1882 ejerce como médico asistente en el principal hospital mental bávaro, pasando en 1885 a trabajar como médico residente; por estos años participa en el desarrollo de la sociedad Gesellschaft für modernes Leben ("Sociedad para la Vida moderna") de Michael Georg Conrad.
A partir de 1880 empieza a publicar cuentos y textos breves en los que se configuran algunas de las ideas posteriormente desarrolladas por el autor. Publica el volumen de poesía Düstere Lieder en 1885, en parte inspirado en Heinrich Heine y Ludwig Tieck. Durante un año de estancia en Inglaterra escribe y publica Londoner Lieder, 1887, al que sigue un tercer volumen de poesía, Legendäres und Fabelhaftes, 1889. En 1890 escribe Dämmerungsstücke ("Cuentos crepusculares"), influenciado por Edgar Allan Poe. Otras de sus obras serán: Genie und Wahnsinn, ("Genio y locura", 1891) y Aus dem Tagebuch eines Hundes, ("Diario de un perro", 1892).
En 1893 publica Die unbefleckte Empfängnis der Päpste ("La inmaculada concepción de los papas"), novela en la que ataca el dogma de la inmaculada concepción de la Iglesia católica. Después de la publicación de su texto Das Liebeskonzil ("El concilio del amor", 1894), en el que ofrecía una sarcástica y grotesca visión de la mitología cristiana, ridiculizada a través de sus principales personajes, Dios, Jesucristo y María, fue acusado de pornografía y de blasfemia y condenado a un año de cárcel. Tras esto, Panizza fue a Zúrich, donde creó la editorial "Zürcher Diskußjonen".
Hacia 1898 se instala brevemente en París, de esta breve estancia surgirá una última colección de poemas, Parisjana, publicada un año más tarde, pero las dificultades económicas le hacen regresar a Alemania en abril de 1901, donde es detenido y al cabo de unos meses liberado, regresando a París, donde residirá por tres años. Aparte de estas obras, editará entre 1897 y 1902 también 32 números del periódico Zürcher Diskußionen, dedicado a la “vida moderna”, en el que él mismo escribirá numerosos artículos bajo los pseudónimos de "Hans Kirstemaecker", "Louis Andrée", "Hans Detmar" y "Sven Heidenstamm".
Regresa a Múnich en 1904, y tras un fallido intento de suicidio, es arrestado de nuevo en octubre de 1904 (por ir semidesnudo por la calle) y en 1905 es internado en el hospital mental Sankt Gilgenberg, posteriormente residió en el sanatorio Herzoghöhe de Bayreuth, de 1906 hasta su muerte el 28 de septiembre de 1921, probablemente mantenido por su familia.
En sus textos atacó al estado, la autoridad, las iglesias y los conceptos morales de la sociedad.
En 1910 el escritor alemán Kurt Tucholsky le dedicará un ensayo, siendo uno de los pocos en recordar la obra de Panizza, hasta la década de 1960, cuando gracias al interés del intelectual francés André Breton se reeditarán y traducirán algunas de sus obras.
En 1895 Panizza publicó su única obra filosófica de extensión, el ensayo Der Illusionimus und die Rettung der Persönlichkeit. Skizze einer Weltanschauung, en el que se sitúa cercano a las tesis filosóficas de Max Stirner (de hecho, el texto está dedicado “a la memoria de Stirner”), y en el que desarrolla la tesis de la espectralidad del pensamiento, en la línea de la filosofía de Stirner de la espectralidad de las religiones y las ideologías. En el ensayo, Panizza cuestiona vehementemente los intentos contemporáneos de aplicar los métodos y planteamientos de las ciencias naturales a la Psyche humana, escenificada por la psicofísica de Gustav Fechner (1860) y la psicología fisiológica de Wilhelm Wundt (1873), a los que cita y critica, atacando también a la neurofisiología. Tras describir una maravillosa era de materialismo en la que se destruye el concepto de alma como simple patrimonio de la fe religiosa, escribe:
Desde entonces, todo no ha hecho sino empeorar gravemente. Primero vinieron los llantos vertidos por Fechner sobre el otro mundo, el más allá, desaparecido; tras atreverse a establecer una nueva disciplina, la “Psico-Física”, y... ¡sí, ciertamente! allí estaba otra vez el alma, reintroducida de contrabando por el más increíble de los caminos; una vez cerradas todas las portillas, va y entró de la mano de la Física.[3]
A partir de las premisas stirnerianas se propone en el ensayo una imagen del mundo como perpetua alucinación. La conclusión a la que llegará Panizza será “si no destruimos el pensamiento, el pensamiento nos destruye”, en la línea de lo sugerido en algunos de sus cuentos fantásticos. La frontera entre el mundo real exterior y el mundo vital interior es un Leitmotiv recurrente en la obra de Panizza, como en el cuento Die gelbe Kroete ("El sapo amarillo"), de 1896, tan solo un año posterior al ensayo, junto a visiones alienadas de la humanidad, como en Die Menschenfabrik ("La fábrica de hombres"), de 1890.