Rupá Gosuami (1493-1564)[1] fue un escritor y gurú de la India, dentro de la tradición gaudía vaisnava (krisnaísmo bengalí) del hinduismo.
Junto a su hermano Sanatana Gosuami, fue considerado el líder de los Seis Gosuamis de Vrindavan, asociados con el santo hinduista bengalí Chaitania Mahaprabhu, que ellos creían el avatara de Radhá y Krisná.
Rupá dedicó su vida a vivir en Vrindavan, donde decidió dónde se encontraban los diversos bosques donde el dios Krisná había realizado sus hazañas, y escribir acerca de la novedosa teología krisnaísta.
En la teología krisnaísta bengalí, Rupá Gosuami es considerado la encarnación de Rupá Manyari, la líder del grupo de pastorcillas niñas que ―bajo la guía de la gopi Lalita― sirve a las gopis (pastoras adolescentes) que sirven a los eternamente adolescentes Radhá y Krisná.
Según el Laghu-toshani de Yivá Goswami ―sobrino de Rupá Gosuami―, sus antepasados provenían de Karnataka, en el sur de la India, donde pertenecían a la elevada casta sárasuata brahmana, del gotra (linaje) de Bharad Vaya y eran eruditos en el Iayur-veda. El séptimo ancestro en su genealogía había sido un brahmán llamado Sarvagñá, conocido por el título de yagad-gurú (maestro universal) y había sido un reyezuelo de su provincia. Su hijo, Aniruddha también había sido un pandit y tuvo dos hijos, Jari Jara y Rupéshwara. Mientras Rupesvara era un erudito en las escrituras sagradas, su hermano se especializó como chatría (militar-político). Cuando el padre murió, el reino se dividió entre los dos hermanos. Sin embargo, Jari Jara tomó la tierra de Rupesvara por la fuerza y obligó a la familia a emigrar a Paurastya Desh. El hijo de Rupesvara, Padmanabha, trasladó a su familia a Nabahatta (Naihati), a orillas del río Ganges. Padmanabha tuvo dieciocho hijas y cinco hijos, el menor fue llamado Mukunda (quien sería el abuelo de Rupá).
Cuando hubo agitación religiosa, el hijo de Mukunda, Kumara Deva, se trasladó a Jessore. Sus hijos fueron Santosha (Rupá), Amara (Sanatana) y Srivallabha (Anupama). Después de la muerte de Kumara Deva, los tres hermanos se trasladaron a Sakurma, cerca de la capital de Gaudadesa (Bengala), donde continuaron sus estudios.
Los tres hermanos se especializaron en niaia (retórica) con el famoso lógico Sarvabhauma Bhattacarya y su hermano Madhusudana Vidia Vachaspati. También estudiaron sánscrito, árabe y persa. Antes o después de esta época se casaron. El sultán de Bengala, Alauddin Hussein Shah (1493-1519) contrató a Rupá y Sanatana, quienes se tuvieron que convertir al islamismo, lo que motivó que los líderes religiosos de la casta bráhmana los excomulgara de la sociedad hinduista. Rupá recibió el nombre de Dabir i Khas y se convirtió en secretario y escriba de la corte, mientras que Sanatana recibió el nombre de Sakara Mallik y se convirtió en contador de la tesorería.
Rupá y sus dos hermanos vivieron en la capital de la provincia de Bengala, en Ramakeli. En 1514 ―cuando Rupá tenía unos 22 años de edad― conocieron a Chaitania. El santo los convenció con su carisma, y les cambió los nombres por Rupá, Sanatana y Anupama Este encuentro les cambió la vida y decidieron abandonar el servicio del sultán y adoptar la vida de renuncia junto con Chaitania y sus seguidores. Rupá y Anupama abandonaron a sus esposas e hijos, cargaron todas sus pertenencias en dos botes y retornaron a su hogar en Fatiabad (en Jessore), donde regalaron todo. Después enviaron a dos mensajeros a la ciudad santa de Puri (la casa de Chaitania en la provincia de Orissa, en el este-centro de la India) para obtener noticias de sus planes. Los mensajeros regresaron con la noticia de que Chaitania ya se había ido a la ciudad santa de Vrindavan. Rupá y Anupama inmediatamente decidieron ir y le escribieron una carta a Sanatana contándole sus planes y le pidieron que los encontrara en Vrindavana. También le enviaron una bolsa de monedas de oro en caso de necesidad.
El sultán hizo encarcelar a Sanatana por desobediencia, y éste utilizó el dinero para sobornar al carcelero y escapar a la ciudad santa de Varanasi (Benarés, en la costa del Ganges, camino a Vrindavan) para reunirse con Chaitania y sus dos hermanos.
Rupá y Anupama encontraron a Chaitania en la ciudad santa de Praiag (la actual Prayagraj), pero Chaitania ya había visitado Vrindavan y estaba volviendo a Puri. En el Dasasvamedha Ghat (un famoso balneario sagrado en las orillas del río Ganges), Chaitania le enseñó a Rupá Gosuami todos los entretelones de la doctrina del krisnaísmo bengalí. Le dijo que en su vida tendría dos tareas: vivir en Vrindavan, donde debería localizar y desarrollar los lugares sagrados perdidos en esa aldea, y escribir acerca de la novedosa teología krisnaísta.
Por orden de Chaitania, Rupá viajó a Puri y residió allí durante diez meses. En la fiesta anual de Ratha Iatra en el templo de Yagannatha, el joven Rupá (de 22 años) compuso un breve poema que Chaitania le pidió que les leyera a sus compañeros más íntimos. Al escuchar este verso, todos los krisnaístas reunidos elogiaron a Rupá por su composición llena de profunda devoción a Krisná. Debido a esto, proclamaron que Rupá era la encarnación misma de las enseñanzas esotéricas de Chaitania. Debido a esto, los krisnaístas consideran que Rupá Gosuami es el seguidor más importante de Chaitania. Los que siguen en su línea discipular se conocen como rupánugas (seguidores de Rupá).
Rupá y Sanatana se quedaron en Vrindavan el resto de sus vidas. Rupá recorría los alrededores de la aldea decidiendo dónde se encontraban los diversos bosques donde Krisná había realizado sus hazañas. Gradualmente, Rupá y Sanatana formaron en Vrindávana un grupo de religiosos y estudiosos como Lokanatha Gosuami, Bhugarbha Gosuami, Gopala Bhatta Gosuami, Raghunatha Bhatta Gosuami y Raghunatha Dasa Gosuami. Utilizó la riqueza de sus seguidores hinduistas más acaudalados para construir el templo de Govindadeva, donde instaló una estatuilla de Krisná que él declaró que había sido la misma que había adorado el bisnieto de Krisná, Vashra Nabha. Poco después, se les unió también el hijo de Anupama, Yivá Gosuami, a quien Rupá otorgó la iniciación espiritual y entrenó personalmente en las doctrinas del krisnaísmo bengalí.
Rupá Gosuami murió en 1564, a los 73 años de edad. Su samadhi (tumba) se encuentra en el patio del templo Radha-Damodara, en Vrindavana.
En la teología krisnaísta bengalí, Rupá Gosuami es considerado la encarnación de Rupá Manyari, la líder del grupo de pastorcillas niñas que ―bajo la guía de la gopi Lalita― sirve a las gopis (pastoras adolescentes) que sirven a los eternamente adolescentes Radhá y Krisná.
Rupa Gosvami escribió una serie de libros de teología, poesía y teatro, en sánscrito. La siguiente es una lista de algunas de sus obras más conocidas: